Cambio climático y altitud, las explicaciones para que las estaciones de esquí en León ya no lleguen a abril

El cambio climático y las estaciones de esquí.

Sara Lombas

Durante las últimas semanas varios puntos de España han roto récords por temperaturas altas en un mes de abril. Y luego las temperaturas se han desplomado. En la provincia de León se han registrado hace apenas dos semanas los 30 grados y las estaciones de esquí de la provincia no han llegado a superar abiertas la primera semana de abril, cuando hace seis años se mantenían durante todo este mes. 

Ambas cuestiones están directamente relacionadas y los resultados de las últimas temporadas de nieve de las estaciones invernales leonesas de San Isidro y Valle Laciana-Leitariegos (las dos dependientes de la Diputación de León) tienen explicación en el cambio climático que deja aumento de temperaturas registradas. Los expertos apuntan a que cuanto más aumentan las temperaturas más sube la cota de nieve, lo que provoca que no llegue a las pistas de las estaciones a alturas más bajas. 

La temporada de 2023-2024 ha sido la segunda peor de los últimos seis años. En total, las dos estaciones se han mantenido abiertas 136 días (concretamente San Isidro lo ha hecho durante 76 días y Leitariegos durante 60). Es decir, apenas han llegado a la mitad de los días que estaba previsto que durase esta temporada de deportes de invierno; San Isidro ha soportado abierta el 58,9% de días mientras que Leitariegos lo ha hecho un 46,5% de los días totales de apertura. 

Incluso teniendo todo esto en cuenta, no ha sido la peor temporada para las estaciones leonesas. Ese título es para la anterior, la de 2022-2023, que tuvo unas cifras más bajas incluso que las de los años de la pandemia, según los datos que hace públicos la Diputación de León. Las dos estaciones abrieron un total de 128 días: 65 días San Isidro y 63 Leitariegos. 

Aquí cabe destacar que, a pesar de que en conjunto reúnen menos días abiertos, esta temporada ha sido la peor de los últimos seis años para la Estación de Leitariegos; por apenas 3 días de diferencia respecto a la de 2022-2023. 

Los escenarios climáticos para la provincia de León indican que la situación empeora

En relación a estos datos, merece la pena comparar los días de apertura con la evolución meteorológica. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha habilitado una herramienta en la que poder comparar la situación de diferentes provincias españolas en diferentes escenarios climáticos. Uno de ellos es el escenario RCP 8.5, que estima lo que ocurriría si las emisiones siguen aumentando durante todo el siglo XXI, siempre que no se aplique ninguna medida de contención. 

Dentro de ese escenario, la media de temperaturas mínimas de la provincia de León podría aumentar en diez años de 5,4 grados hasta una media de 5,7 grados. Esto implicaría un aumento de 0,3 puntos de temperaturas mínimas, todavía por debajo de los 1,5 grados, que es el límite al que aspira el Acuerdo de París. Sin embargo, si la situación no cambia, en 50 años la temperatura mínima en la provincia será de 7,5 grados, ya situándose por encima de 2 grados de diferencia con el dato actual y rebasando la frontera de los 1,5 grados. 

Desde la serie de datos entre 2018 y 2024, la provincia de León en el año 2022 tuvo la media de temperatura mínima más cálida (5,4605 grados, muy cercana a la del año 2023), coincidiendo con la peor temporada de nieve de las estaciones de esquí leonesas. 

En cuanto a la media de temperaturas máximas en la provincia de León, la diferencia no es tan amplia desde 2018 hasta 2024. Dentro de este periodo de tiempo la media más alta de la provincia fue en 2023 (parte de la peor temporada de las estaciones de esquí leonesas), con más de 17,6 grados; una diferencia de 0,6 grados con el año 2006 (último año que incluye el histórico de la herramienta de estimación de temperaturas de la Aemet). Dentro de una década el aumento será de 0,29 grados más, mientras que dentro de 50 años el aumento será de 2,7 grados, hasta alcanzar una media máxima de 20,3 grados en la provincia de León. 

También se puede apreciar el paulatino descenso de los días de lluvia. Aunque en este caso menos días de lluvia en invierno pueden beneficiar a las estaciones de esquí (ya que la lluvia hace que la nieve desaparezca de las pistas) no dejan de indicar cómo las precipitaciones disminuyen ya sea en forma de agua o nieve en la montaña. Concretamente en el año 2006 la provincia de León tenía una media de 36,7 días de lluvia al año, mientras este año la previsión es que se reduzca a 30,9 días al año. El escenario para dentro de una década es que aumente hasta los 35 días con lluvia para volver a bajar dentro de 50 años, en 2074, con una media anual de 26,7 días con lluvia. 

Otro de los escenarios que permite explorar este visor está relacionado con el número de olas de calor. Curiosamente, los datos de esta herramienta estiman que el número de días de ola de calor en la provincia de León será mayor en 2024 que dentro de diez años, aunque por poca diferencia: este año la cifra es de 15,6 días de media, mientras que en 2034 la media será de 14,5 días en ola de calor. En cualquier caso el número es superior a los 11 días de media en 2006 e inferior a los casi 24 días estimados para el año 2074. 

La altitud de las estaciones de esquí leonesas, un factor a tener en cuenta

El meteorólogo de la empresa leonesa Vexiza, Miguel Iglesias, añade otro factor que afecta a las estaciones de esquí leonesas; su baja altitud. “La problemática en las estaciones de la Cordillera Cantábrica es que se encuentran a una altitud límite, por lo que pequeñas variaciones de temperatura provocan un cambio importante en las precipitaciones y hace que la nieve se sitúe a más altura”. 

En concreto, la estación invernal de San Isidro se encuentra entre los 1.500 y los 2.100 metros de altitud. Por su parte, la estación de Leitariegos se encuentra entre los 1.513 y los 1.800 metros de altitud. Nada que ver con otras estaciones de España como Sierra Nevada, ubicada entre los 2.100 y los 3.300 metros de altitud. 

“La nieve se queda fuera de la cota de nieve de las estaciones de León, que siempre tiende a subir unos metros, especialmente si suben las temperaturas porque eso hace que haya más precipitaciones debido a que el aire es capaz de almacenar más agua”, explica Iglesias, “En Sierra Nevada, por ejemplo, donde las pistas están más arriba no les afecta este problema y de hecho han tenido una buena temporada”. 

La solución para Iglesias es, siempre que las lluvias lo permitan, hacer uso de cañones de nieve, que cada vez serán más necesarios para mantener las estaciones de esquí abiertas durante el máximo tiempo posible. 

A pesar de que Iglesias afirma que durante estos dos últimos años se ha producido un salto notable no previsto ni en las peores previsiones, lo que ha provocado estas malas temporadas de esquí, la tendencia es que durante estos años se retome una normalidad que de todas formas no proveerá a las estaciones leonesas de resultados que obtenían hace décadas debido a la altitud en la que se localizan.

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