El presunto asesino de un padre natural de León y su hija en una playa de Laredo es un enfermero perturbado
Los primeros datos de la investigación del crimen ocurrido el pasado domingo en la playa cántabra de Laredo, que ha conmocionado a España tras morir un padre (natural de la localidad leonesa de Antoñán del Valle) y su hija apuñalados por un desconocido, apuntan a que el presunto asesino es un enfermero perturbado.
La investigación policial de momento ha arrojado algunos datos. El presunto autor del apuñalamiento de ambas víctimas cuando éstas abandonaban sobre las 18.40 horas del domingo la playa de Salvé en Laredo ha resultado ser Mario I.R.. Al parecer, se trata de enfermero de 52 años nacido en Bilbao y que en la actualidad vivía en Madrid, lugar donde ejercía su profesión en un hospital hasta que le fue abierto un expediente relacionado con algún tipo de perturbación.
La enajenación mental del supuesto asesino es la tesis que ha cobrado más fuerza en la investigación, después de que ésta se iniciara tras su detención en el mismo lugar de los hechos a cargo de un ertzaina libre de servicio que se encontraba en el lugar de los hechos.
De momento se ha buscado relación de alguna clase entre las víctimas mortales y el detenido, pero sin éxito, lo que ha llevado a pensar en una situación totalmente fortuita y fatalmente casual, con lo que el autor podría haber apuñalado a cualquiera ese día cuando se dirigió a la playa con un cuchillo de grandes proporciones. Sin embargo, tampoco se descarta una “depresión amorosa” del presunto asesino con la víctima, según ha publicado la agencia Efe.
Mercedes, que fue la primera a la que atacó, era una vecina de 42 años de la localidad alavesa de Llodio y en la actualidad residía en Suecia. Por su parte, el padre de ésta, Gabino García, había nacido en la localidad leonesa de Antoñán del Valle, en el municipio de Benavides de Órbigo.
Según testigos presenciales de los hechos, Mario se abalanzó sobre Mercedes cuando ésta y su padre se cruzaron con él en el acceso a la playa por una pasarela sobre las dunas. La mujer sufrió once puñaladas, dos de ellas en el cuello y el resto por el pecho. Las primeras afectaron a ambas carótidas y resultaron mortales pese a los intentos de reanimación.
Su padre, Gabino García, también fue apuñalado mientras intentaba defender a Mercedes y, además de las cuchilladas que acabaron con su vida, también sufrió cortes en las manos al intentar arrebatarle el cuchillo a Mario. Ambos fueron trasladados al hospital de Laredo, donde se certificó la muerte de la hija. El padre falleció también poco antes de las diez de la noche en el Hospital de Santander. En el forcejeo entre Gabino y Mario, este último también resultó herido y fue atendido en el hospital de Laredo, donde le curaron los cortes que tenía en sus manos aplicándole treinta puntos de sutura. De momento, permanece en el calabozo a la espera de su puesta a disposición judicial.
