León, de luto, despide a los héroes de la montaña

Funeral Guardias Civiles

C.J.D. / M.C.

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Una Catedral de León arrebatada de gente acogió el sentido funeral conjunto por los tres guardias civiles que fallecieron ayer en Maraña mientras realizaban un rescate a un deportista accidentado. A las puertas de la Pulchra Leonina más de 2.000 personas despiden al capitán Emilio, teniente Benito y guardia Conejo, la tripulación más experimentada de España.

Los restos mortales de los tres guardias civiles han llegado acompañados de marcha funébre hasta las puertas de la Catedral, donde primero un silencio sepulcral y después una calurosa y afectiva masa de gente les esperaba, con una salva de aplausos permanente a la entrada de todos y cada uno de los familiares.

Antes de la misa en su honor -ceremonia presidida por el arzobispo castrense y el obispo de la Diócesis de León, Julián López- les han sido impuestas las cruces al mérito con distintivo rojo de la Guardia Civil y de Protección Civil, exequia también impuesta al agente superviviente, Enrique Ferrero, por parte del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la máxima autoridad presente en el acto.

Le acompañaban, entre otros muchos, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Herrera, la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Maria Josefa García Cirac, o el director general de la Guardia Civil.

C.J.D.

Los tres guardias civiles fallecieron ayer en Maraña cuando realizaban un rescate de montaña y el helicóptero en el que viajaban se estrelló tras chocar una hélice con la roca. Tras los funerales conjuntos, en la misma plaza de la Catedral se celebraró un homenaje a los caídos que tuvo aún más acogida de público, emocionado por el accidente y su lamentable resultado.

Los restos mortales de José Martínez Conejo recibirán sepultura en su localidad natal, Laguna de Negrillos, y los cadáveres de sus compañeros, Emilio Pérez Peláez y Marcos Antonio Benito Rodríguez serán incinerados en la intimidad familiar.

También en la intimidad, aunque relativa, por la numerosa presencia de compañeros, familiares y amigos de los fallecidos, tiene lugar la capilla ardiente instalada ayer por la noche en la Comandancia de León, desde donde los féretros partirán esta tarde hacia la catedral, donde el arzobispo castrense, Juan del Río, presidirá la misa de funeral acompañado del obispo de León, Julián López. Está prevista la asistencia de numerosas militares y civiles, entre ellas, la del ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, el director general del Instituto Armado, Arsenio Fernández de Mesa, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera.

Mientras, en la localidad leonesa de Laguna de Negrillos, las banderas siguen a media asta en el segundo de los tres días de luto declarados por la muerte de uno de sus hijos. El alcalde, Ángel Valencia, recordó hoy el impacto que la noticia provocó en los vecinos. El fallecido había estado el viernes en la localidad participando activamente en el programa de actos organizados con motivo de la Fiesta de la Alubia, que se celebraba hasta hoy y que fue suspendida tras conocerse el trágico accidente. Además, después de un pleno extraordinario y urgente, los vecinos de Laguna guardaron ayer un emotivo minuto de silencio en recuerdo de su paisano.

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