Marcos Martínez iba a ser propuesto como presidente del PP provincial

300 cargos del PP apoyando la candidatura de Carrasco a presidir el PP en 2012. Marcos Martínez fue nombrado Coordinador del partido.

Antonio Vega

Teléfonos sin batería, teléfonos apagados, teléfonos que echaba humo. Ese es un buen resumen de lo vivido estos días por los miembros de la dirección del Partido Popular de León y altos cargos públicos en la provincia de la formación conservadora ante la detención de Marcos Martínez, presidente de la Diputación y alcalde de Cuadros, en la operación 'Púnica'.

Al 'shock' que produjo la detención, absolutamente sigilosa hasta el punto de que funcionarios y políticos presentes en el Palacio de lo Guzmanes se enteraron por la radio, medios digitales y redes sociales de lo que sucedía puertas adentro, le siguió una 'ceremonia de la confusión' sobre si Martínez estaba detenido o 'retenido'. Aunque se insistía en que estaba en una 'reunión', lo cierto es que era con agentes de la UCO de la Guardia Civil, que además incautaban documentación de forma tan discreta que algún funcionario se sorprendía al no dejarle pasar a una dependencia funcionarial durante un rato, sin acertar a comprender el por qué.

Pero lo que sí se reconoce en el PP es que, le deje el juez libre y sin cargos o no, Marcos Martínez apesta a cadaver político y toca apartarse, no sea que salpique algo de 'Púnica' a otros cargos de la Diputación. Inusitadas, por duras, han sido las declaraciones del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Antonio Silván, o el alcalde de León, Emilio Gutiérrez, pidiendo “actuar en consecuencia” ante la operación anticorrupción 'Púnica'. Éstos, englobados en el sector crítico contra los herederos políticos de Isabel Carrasco, daban por perdido el poder en el Partido Popular de León, ya que en unos días Marcos Martínez iba a ser erigido en Presidente del PP provincial.

Según fuentes de toda solvencia del PP leonés este miércoles, 29 de octubre, el Comité Provincial iba a proponer a Marcos Martínez como nuevo Presidente, siendo ratificado en una semana por la Junta Directiva Provincial. Así pues, días ha sido el período de tiempo que le ha faltado a Marcos Martínez Barazón para que se erigiera en heredero total de Isabel Carrasco, al asumir el segundo cargo dejado por ella vacante tras su asesinato el 12 de mayo pasado. Aunque fuentes del PP afirman que el proceso de la elección de Marcos Martínez comenzaba este mismo miércoles los críticos todavía confiaban en que se retrasara unos días o semanas. Esa fue la razón por la que Martínez Barazón se desplazó a Murcia el fin de semana, para presionar a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, sobre su nombramiento y que no pusiera pegas pese a que Génova conocía perfectamente las tensiones internas en el PP leonés que provocaban su nombre.

Lo cierto es que las presiones a la sede nacional del PP en las últimas semanas han sido muy intensas y tensas, hasta el punto de soliviantar a más de un crítico popular en alguna reunión. Los 'carrasquistas', ahora 'marquistas', iban a mantener el poder del partido conservador y de paso el control de las listas con el apoyo de un 'amigo' de ambiciones de Carrasco, el secretario autonómico del PP Alfonso Fernández Mañueco, que les habría concedido su apoyo para ver si algún día puede volver a situarse en la lista de sucesión del presidente de la Junta Juan Vicente Herrera. Favor con favor se devuelve, y más en política interna.

Pero la situación interna del PP está ahora absolutamente reventada con la detención de Marcos Martínez. Una situación de la que es consciente Eduardo Fernández -imprescindible escuchar la entrevista en Radio León-Cadena SER de este martes- el número dos y hasta ahora 'presidente en funciones' y que tampoco le hacía ascos a subir un peldaño hasta lo más arriba de todo. Su papel será decisivo tanto en el futuro del PP leonés, que lógicamente aplaza la elección de su nuevo presidente, como de la casi segura sucesión de Marcos Martínez en la Diputación.

Porque el sillón del Palacio de los Guzmanes ahora quema, y más tras llevarse la UCO de la Guardia Civil documentación, y se busca alguien que acepte el cargo y asuma que puede haber consecuencias y marejada en los próximos meses. Pudiendo afectar incluso a los procesos electorales. En el PP no se cree que el vicepresidente y alcalde de Villamol Lupicinio Rodríguez tenga capacidad para asumir el mando; la problemática de las basuras del Páramo, el vertedero provincial y Gersul son razones esgrimidas contra el alcalde de Santa María del Páramo, Miguel Ángel del Ejido, y el de Congosto, José Antonio Velasco.

Aparecen entonces otros nombres como el del alcalde de Carracedelo, Raúl Valcarce, pero que ya habría decidido su jubilación de la vida política al finalizar la legislatura y no querría mancharse para unos meses. Otros nombres de influencia en el Palacio provincial, el regidor de Villadangos Teodoro Martínez, o el de Valdelugueros, Emilio Orejas. Aunque a ambos se les ponen peros por algunas cuestiones en el ámbito de personal en la Diputación. Jaime González, portavoz del PP, también tiene sus peros por razones de índole contractual.

Así pues, a falta de conocer la decisión del juez sobre el futuro judicial de Marcos Martínez, el PP leonés vive sin vivir en sí. Y a la búsqueda de un nombre que recoja un poder que nadie dice querer pero que alguien tendrá que asumir. Por el bien del partido. Y de los ciudadanos, claro.

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