La investigación apunta que el copiloto estrelló voluntariamente el avión Barcelona-Düsseldorf
“No sé si es un acto suicida. Solo puedo decir que voluntariamente -el copiloto- permitió una pérdida de altitud anormal, de mil metros por minuto, y no tenía ninguna razón para hacerlo ni para impedir que el piloto volviera a cabina ni para no responder a la torre de control”. Quien afirma esto es Brice Robin, el fiscal de Marsella que investiga el accidente del Airbus A320 de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el pasado martes cuando cubría el trayecto Barcelona-Düsseldorf.
Los responsables de la investigación han ofrecido una rueda de prensa hace escasos minutos, avanzando que con los datos obtenidos hasta ahora parece demostrado que el pronunciado descenso del aparato y el cierre de la cabina al comandante fueron intencionados. De momento se ha identificado al copiloto como Andreas Lubitz, de 28 años, originario de Montabaur (Alemania). Formado en la escuela de vuelo de Lufthansa en Bremen, acumulaba 630 horas de vuelo y la cpompañía Germanwings lo contrató en septiembre de 2013. “No está en la lista de terroristas, si es lo que pregunta”, aseguró el fiscal a preguntas de los periodistas.
Estaba vivo hasta el último momento
“Los gritos de los pasajeros solo se escuchan en el último momento del impacto. En la cabina, nada, silencio total, ni una sola palabra en 10 minutos pero se escucha respirar”, afirma el fiscal.
El Gobierno de España, a raíz de la tercera reunión del Gabinete de Crisis creado tras el accidente del Airbus A320 de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el pasado martes, ha rebajado hoy a 50 finalmente la cifra de los españoles que han perdido la vida en el siniestro.
Así lo han confirmado en rueda de prensa, tras la tercera reunión del gabinete de crisis creado por el Gobierno, los secretarios de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y de Seguridad, Francisco Martínez.
Pero lo que más ha llamado la atención es la primera filtración fiable del análisis de los datos registrados en la primera caja negra de la aeronave, en la que se detalla que uno de los dos pilotos -en concreto el copiloto, según Le Monde- abandonó la cabina por motivos que aún se desconocen y no pudo volver a ella, al estar la puerta de acceso cerrada, a pesar de los insistentes esfuerzos realizados para conseguirlo que le pudieron incluso a intentar derribar la puerta.
Este detalle ha sido publicado por la agencia AFP mencionando una fuente cercana a la investigación y confirmando así una noticia publicada en la noche de ayer miércoles por el diario The New York Times. “Al inicio del vuelo, se oye a la tripulación hablar normalmente y después se oye el ruido de una de las sillas que se mueve, una puerta se abre y se cierra, ruidos que indican que alguien llama a la puerta y ya no hay más conversación a partir de ese momento hasta que se estrella”, dijo esta fuente que tuvo acceso a la caja negra.
Estas informaciones se han podido obtener de las grabaciones contenidas en la caja de negra. Los investigadores encontraron el 'cockpit voice recorder' (CVR) el martes poco después de la catástrofe y ayer miércoles han podido escuchar el contenido, aunque no han trascendido más detalles y el motivo último del accidente sigue resultando un misterio. De momento, continúan las labores de rescate y evacuación de los restos de las víctimas del avión de Germanwings que se estrelló el martes.
