Turismo, bomberos, basura y aeropuerto, los 'marrones' de la agenda común de Majo y Silván

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ileon.com

La cita será mañana miércoles en el nuevo despacho de Presidencia de la Diputación, el Palacio de los Guzmanes. Juan Martínez Majo lo estrenará oficialmente para recibir su primera visita institucional de peso: la del alcalde de León, Antonio Silván. En la agenda, no pocos asuntos de común interés para la capital leonesa y la provincia pero, por encima de todo, cuatro aspectos esenciales, algunos bien espinosos y que colean desde hace años. A saber:

  • Bomberos, el eterno asunto al rojo vivo.

Una carencia ancestral de la provincia, de las mayores de España, pero cuyos núcleos rurales dependen casi en exclusiva de dos parques de bomberos, el de León y el de Ponferrada. La Ley obliga a que San Andrés del Rabanedo tenga otro, pero por proximidad a la capital es más que previsible que se solvente con una aportación económica por los servicios de los profesionales leoneses. El problema más serio radica en que a día de hoy, con tan débil estrucura de parques, para acudir a algunos siniestros en ciertas localidades un camión puede llegar a tardar más de hora y media: un ratio que resulta fatal y pone en permanente riesgo propiedades y vidas humanas.

Siendo Silván consejero de Fomento, y por lo tanto responsable de esta materia en la Junta de Castilla y León, se diseñó con una década de retraso un plan de parques comarcales primero con la presidenta Isabel Carrasco, que le exigía mucha mayor aportación a Valladolid; y luego con su sucesor, Marcos Martínez Barazón. La polémica llegó cuando se conoció que ese plan dejaba totalmente en manos de los ayuntamientos no sólo la responsabilidad sino incluso el personal o los parques mismos, porque proponía que fueran bomberos voluntarios los que asistieran a la provincia. Zonas como Astorga se alzaron en críticas por esta pretensión. Y mientras, la provincia seguía siendo la única sin profesionalización comarcalizada de toda Castilla y León.

Ahora, todo indica que Diputación y Ayuntamiento, amén de su acuerdo económico actual, abogarán por un sistema mixto de voluntarios y profesionales de la extinción de incendios urbanos, es decir, bomberos, en parques dispuestos en al menos 4 puntos geográficamente neurálgicos: zona de Cistierna; Villablino; Astorga-La Bañeza; y sur de León, desde Valencia de Don Juan a Tierra de Campos. Cuatro centros de referencia que está por ver si serán suficientes para cumplir la Ley que obliga a que todo incendio tenga un tiempo máximo de intervención de media hora como máximo.

  • La sucia gestión de toda la basura provincial.

La gestión de todos los residuos de la provincia encomendada al consorcio provincial Gersul, un rosario de denuncias ambientales, problemas en la planta provincial del CTR de San Justo de la Vega, una vida útil de las instalaciones dilapidada, ratios de reciclaje ínfimos, falta de generación de abono orgánico de la basura o de energía eléctrica en la planta, tremendos conflictos laborales, unas deudas multimillonarias cruzadas entre Gersul y la empresa adjudicataria UTE Legio VII...

La basura es el más laberíntico y sucio asunto que concierne a todos los ayuntamientos leoneses, pero muy especialmente a la Diputación, que preside Gersul, y al Ayuntamiento de León, que ostenta la representación mayoritaria por población. A ambos, pues, les urge que la situación de los residuos de toda la provincia, con un enorme y asfixiante componente económico pero también ambiental.

  • Turismo, un filón para remar juntos.

“León es ciudad pero sobre todo es provincia. Le he trasladado al alcalde de León que creo en la necesidad de la promoción conjunta, desde la Diputación y el Ayuntamiento de León, en colaboración con los industriales y profesionales del sector, debemos apostar por una promoción turística integral, provincia y ciudad son indivisibles. Son León”. Estas palabras de Juan Martínez Majo en su discurso de investidura, compartidas por el alcalde Silván, hacen que el ámbito de colaboración turística de la capital y la provincia estén garantizadas.

Es de prever que ambos continúen la senda de la presidenta Isabel Carrasco, que hace cuatro años ordenó poner fin desde el Ayuntamiento a la promoción diferenciada que en la capital leonesa impusieron los socialistas con Francisco Álvarez a la cabeza, saliéndose del consorcio Patronato de Turismo de la institución provincial. Desde entonces, ambos acuden juntos a los principales eventos turísticos y juntos aparecen en la promoción que, mejor o peor, hace ese Patronato que preside la institución provincial. Pero el turismo también ha estado detrás de los últimos escándalos judiciales de la institución provincial, como la Operación Púnica que acabó con el presidente Martínez Barazón en la cárcel y 6 presuntos delitos atribuidos por la Audiencia Nacional.

  • Un aeropuerto de alas quebradas.

Puntal del turismo y de la posible llegada de visitantes, el aeropuerto de León, nacido de la cabezonería de un presidente socialista la Diputación, incluido por otro cabezón presidente popular en la red Aena, empujado por cabezonas y millonarias inversiones de un expresidente del Gobierno apellidado Zapatero, y diluído con cabezonería por una política de igualar por abajo a los cuatro aeródromos civiles de Castilla y León (Salamanca, Burgos, Valladolid), el aeropuerto de León en la Virgen del Camino está por despegar porque sigue teniendo sus alas rotas.

Silván, tantos años consejero de Fomento de la Junta, sabe mucho de esto y ahora le toca ver los toros desde el otro lado de la barrera. Forma el Ayuntamiento un consorcio con la Diputación dirigido a su promoción, algo que salvo los últimos dos meses ha supuesto una caída en picado del número de vuelos y viajeros. Y nada de mercancías. Sin más implicación empresarial, salvo el interés puntual de las agencias de viajes, de momento las estadísticas se han salvado tras acabar con años de cabezonería de la Junta por impedir que La Virgen del Camino acogiera los vuelos del Club de los 60. Pero falta una gestión profesional que, de hecho, hace incluso que las aportaciones anuales de ambas instituciones se queden casi sin compañías a las que subvencionar a cambio de vuelos. Está por ver si ahora juntos Diputación y Ayuntamiento, piloto y copiloto, cambian el rumbo de vuelo de unas instalaciones privilegiadas.

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