Con las maletas de Coímbra... a León
Como muchos jóvenes en su misma situación, sin importar la nacionalidad, Pedro estaba terminando la carrera y comenzó a preguntarse qué hacer con su vida cuando recibiera el título. Tras meditarlo, sacó en claro que quería seguir formándose, y así decidió estudiar un máster en el extranjero, con la intención de abrir su experiencia al mundo. A pesar de que le gusta mucho Coímbra, ciudad donde estudió Lenguas Modernas -vertiente de Español y Alemán- Pedro hizo las maletas y, después de un viaje de tres horas y media en su coche, se bajó en la capital leonesa.
“En un primer momento pensé en irme e Alemania, pero mi profesora de español de la Universidad me habló de las becas del Ministerio de Educación en España y me animó a concurrir. Creí que no me iban a elegir, porque son pocas plazas, pero aquí estoy”, explica Pedro sonriente.
Pedro nunca había estado en León, pero sí que tenía idea de dónde estaba. “Mi objetivo inicial era Salamanca, porque ya conocía la ciudad, pero fue llegar a León y saber que quería quedarme aquí. Me encanta León”, confiesa el portugués, que también ha estudiado ruso, japonés e italiano.
Pedro tenía pensado estudiar el Máster de Formación de Profesorado en León, pero sus horarios como profesor auxiliar de conversación en la Escuela Oficial de Idiomas son incompatibles.
Más similitudes que diferencias entre Coímbra y León
Su día a día como lector de portugués en la Escuela Oficial de Idiomas de León es “más fácil de lo que esperaba”. “Ya había realizado actividades y prácticas como voluntario de profesor de alemán, pero me estreno como profesor oficial de portugués para adultos. Esta experiencia me está resultando sencilla porque doy clase a gente adulta que quiere aprender, no a niños que están obligados a estudiar y que, a veces, que se portan mal”, explica.
Lleva viviendo en León casi dos meses, y le gusta su nueva ciudad porque es “tranquila, limpia y la gente es simpática”. Pedro no encuentra demasiadas diferencias entre la capital leonesa y Coímbra. “Coimbra también es tranquila. Se trata de una ciudad principalmente universitaria, que acoge a 37.000 habitantes de otras localidades que se desplazan allí para cursar sus estudios. Así que, por ejemplo, si sales a pasear un fin de semana no se ve a mucha gente por las calles”, comenta el portugués.
A nivel social, según Pedro, españoles y portugueses también son parecidos, aunque destaca que los españoles son más cercanos. “Me gusta más la manera de hablar de los españoles, son más directos. Nosotros, los portugueses, mantenemos más las distancias e intentamos ser políticamente correctos y educados, cuando en realidad no lo somos. En portugués, tratar de tú a alguien sin confianza es impensable”.
A la hora de las relaciones laborales ocurre lo mismo. “Mi relación con los alumnos es más cercana aquí que en Portugal. En Coímbra me pasaba a mí lo mismo, la relación que tenía con mis profesores españoles era más distendida que la que tenía con los alemanes, por ejemplo”.
En los horarios el graduado en Lenguas Modernas sí que encuentra algunas diferencias: “Aquí son más tardíos, en Portugal se como entre las 12.00 y las 13.00 horas, en España más tarde, aunque también tengo en cuenta que es una hora más aquí. Otro ejemplo, los bancos en Portugal están abiertos hasta más tarde, y los supermercados no cierran los domingos, pero durante la semana lo hacen más temprano”, recuerda.
El salario mínimo en Portugal son 589 euros, en España 756
Aunque donde Pedro destaca la mayor diferencia es en el salario mínimo interprofesional, que en Portugal no alcanza los 600 euros -589 euros-, mientras que en España la cifra se sitúa en 756 euros.
“A pesar de ello León es más barato que Coímbra, por lo menos el alquiler de los pisos. En Coímbra las zonas más cercanas a las universidades son muy caras, se aprovechan de los estudiantes”.
Sin duda, lo que más echa de menos es a su familia y a sus amigos, aunque Pedro lo tiene fácil: “Basta que conduzca tres horas y media, ¡y ya está!”. Está claro que ha venido a aprovechar la experiencia al máximo posible y, por el momento, su vida en León está superando positivamente todas sus expectativas.
