Los trabajadores de Embutidos Rodríguez viven con incertidumbre su futuro y los sindicatos reclaman el trato de Campofrío

Peio García / ICAL Caras de consternación entre los trabajadores de la fábrica de Embutidos Rodríguez

S. Gallo/Ical

Apostados a las puertas de la fábrica, viendo pacientemente la llegada de autoridades pero con el dolor marcado en su rostro y la incertidumbre por desconocer lo que ocurrirá a partir de ahora con su futuro laboral. Así estaban esta mañana muchos de los trabajadores de Embutidos Rodríguez después del incendio que ha asolado desde la tarde de ayer alrededor del 80 por ciento de las instalaciones de la factoría, ubicada en Soto de la Vega. Ante la situación de desamparo en la que se encuentran, lanzan un grito unánime para “luchar por que esto se levante”.

“Muchas familias estamos en la calle”, lamenta Ángel, que lleva casi cuatro años trabajando en la tripería, y es “duro” porque de la noche a la mañana son alrededor de 300 las personas “que estamos en la calle”. La intención de estos trabajadores es ir de la mano y “luchar para que esto se levante y vuelva a funcionar”, reconoce.

Sin embargo, algo que no pasa desapercibido y que muchos reconocen es que se quedan especialmente desamparados al trabajar como autónomos. “El 80 por ciento somos autónomos”, insiste Ángel. Es el caso de María Ángeles, que lleva nueve años en esta situación. “Ha sido muy fuerte, porque nos vamos a la calle sin nada”, una situación complicada que se incrementa en una comarca en la que “no hay nada” y donde la la agricultura es otra de las actividades predominantes, aunque este año no se esperan buenos resultados como consecuencia de las malas condiciones climatológicas.

Kiril también trabaja en la tripería, desde hace casi seis meses. “Vi el humo, se veía desde Veguellina, y vimos que era en el matadero”, así que llamó al encargado quien, aún desconocedor de los hechos, llegó a la fábrica y “aquí estamos”, a la espera de conocer una solución a su nueva situación laboral.

Aunque la intención de las administraciones, según comprometieron en el día de hoy, en especial la Junta, es hacer todo lo posible para favorecer la recuperación de la actividad de la empresa de embutidos, los trabajadores se preguntan qué van a hacer hasta que eso ocurra. “¿Y qué hacemos hasta que se levante, esperamos sentados?”, dice María Ángeles entre sollozos.

Muchos de estos trabajadores tenían que haber acudido hoy a su puesto de trabajo, dado que los turnos comienzan los domingos y se prolongan hasta el jueves, y el único día en el que no había actividad en la fábrica era los sábados. De hecho, y gracias a esta circunstancia, no hubo que lamentar daños personales en este incendio, con la única salvedad de un varón que fue atendido por los servicios sanitarios por un corte de carácter leve.

Sindicatos

Los sindicatos dieron hoy los primeros pasos para respaldar a los 400 trabajadores de Embutidos Rodríguez que se vieron afectados por el incendio declarado este sábado, de los que se estima que 280 se ven afectados directamente por las zonas quemadas. El secretario general de Fitag UGT en Castilla y León, Roberto Rabadán, aseguró que en este caso se iniciará “el mismo protocolo” que en el caso de Campofrío, a pesar de las diferencias entre ambas, con la intención de recuperar “lo mismo que había ayer”.

Rabadán reconoció que esta mañana ya se habló con la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón, a quien se ha pedido que los contactos puedan iniciarse “mañana mismo” para buscar una solución a la planta de Embutidos Rodríguez. “Las familias afectadas por esta situación tienen compromisos adquiridos, lo que es el futuro de su vida”, añadió.

Pese a que la intención es que el protocolo de actuación sea el mismo que se aplicó en la empresa burgalesa, Rabadán reconoce que las situaciones “no son iguales” y habrá que contemplar condiciones diferentes, como el hecho de que en la factoría leonesa muchos de sus trabajadores son autónomos. “Es el mayor problema que veo, sin que eso pueda crear una conflictividad, pero es distinto”, señala.

El objetivo final es que “no se pierda ni un solo empleo” y, a la espera de que se determinen los daños finales y las consecuencias del fuego, la disposición pasa por “mantener lo que ayer se encontraba en la empresa” y luego mantener conversaciones al respecto. Los trabajadores de Embutidos Rodríguez no cuentan con representación sindical, ante lo que Rabadán puntualizó que es algo que contempla la propia legislación laboral. “Tendrían que elegir entre ellos a una persona para estar en las reuniones”, concluyó.

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