La otra carrera de las astorganas Sonia e Ylenia en Pekin Express

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Nuria V. Martín

En casa esta madre e hija de Astorga chocaban mucho, se sacan sólo 21 años y a veces parecen más hermanas. La idea de apuntarse a la aventura surgió porque Sonia fue capaz de hacer el camino de Santiago a pesar de las dudas de su hija, y fue entonces cuando Ylenia vio en las redes sociales el anuncio del programa y las apuntó a las dos.

La mejor compañera de viaje

Su personalidad arrolladora y auténtica, además de su estética fashion, hizo que fueran la primera pareja seleccionada para entrar en el concurso, de hecho todos creían que eran novias. En los casting, donde se veía que la gente iba con un personaje ensayado, ellas estaban mucho más tiempo con el equipo de selección. Cuando les dijeron que si estaban dentro las llamarían en una semana sólo tardaron tres días en darles la buena noticia, y es que el director les confeso que eran las que más puntos tenían nada más conocerlas.

Ylenia asegura que si no llega a ir con su madre no hubiera aguantado tanto

Sonia cerró su tienda de muebles en Astorga e Ylenia aplazó sus estudios universitarios en Coruña, y tal como fue el proceso de selección, de la noche a la mañana, empezó su aventura sin saber a dónde irían. La India era el sueño de la joven, pero la experiencia que ha vivido dista mucho de su idea de conocer el país. Ylenia lo pasó muy mal los primeros días porque ella no conocía el concurso y asegura que si no llega a ir con su madre no hubiera aguantado tanto.

Un ejemplo de lo importante que ha sido Sonia para Ylenia es que la joven, junto a las jerezanas, se puso muy enferma después de los primos, a los que tuvo que atender Sonia una noche porque la médico del equipo no le daba importancia. Es por eso que en la prueba de la canoa es la madre la que decide llevarla, porque su hija tenía más de 40 de fiebre, aunque nada de eso sale en el programa. Sonia e Ylenia han ido comentando en Facebook todas las injusticias que han visto en la emisión, sobre todo la imagen tan errónea que han dado de la madre, cuando la hija nos reconoce que es la que más ha discutido y se ha enfado, aunque nada de eso se ha mostrado.

En tierra hostil

Como una leona Sonia no pegó ojo ninguna noche, cuando el equipo técnico se iba a dormir se quedaban solas con el propietario de la casa porque las demás mujeres desaparecían de escena, la idea de que le pasara algo a su hija no la podía soportar. En un país con tantas violaciones esta experiencia se hizo muy dura para dos mujeres. Los conductores les pedían sexo a cambio de llevarlas y llegaron a bajarse de algunos coches por miedo.

Sólo se puede comprar comida durante la carrera, una vez que suena el 'beeper' ya no se puede comprar nada. Así que Sonia daba prioridad a conseguir transporte, y eso que nos confiesa que cuando tiene que ir en ayunas a un análisis se marea, y cuando un coche les llevaba lejos adelantaban mucho pero se morían de hambre. A pesar de eso Sonia no comía bien en las casas, como pudimos ver, porque es muy escrupulosa y la higiene brillaba por su ausencia. Aunque las cámaras no lo mostraron, se llevó unas bofetadas contundentes por una de las personas que las acogieron por no comerse su comida. Ylenia lo comía por no hacer el feo y quería que su madre se alimentara bien, así que siempre le daba el plato más grande.

Han pedido las direcciones de todos los que las acogieron y han mantenido el contacto fuera del programa

Si la propia policía daba más problemas en vez de poner orden el trato con los habitantes del lugar fue difícil a veces. En el pueblo que ellas salen gritando a la gente es porque algunos fueron diciendo a todos que no las acogieran y además las escupían y empujaban. A pesar de todo se quedan con ciertos momentos especiales, como cuando les regalaron un montón de collares o con la mujer que adoptó a Ylenia cuando terminó en un parque natural rodeada de leopardos, que justo días antes acababan de devorar a unos hombres. Han pedido las direcciones de todos los que las acogieron y han mantenido el contacto fuera del programa, y aunque no hablen inglés se entienden con ellos y les han podido mandar algo de ayuda económica.

Camino sin atajos para Sonia e Ylenia

A la hora de coger transporte hay que tener en cuenta al cámara, no sólo el espacio y el tiempo que lleva que grabe, algo que algunos conductores no esperaban y se iban; además según el cámara que fuera con ellas, cada día cambiaban de técnico y redactor, el coche puede que no le guste así que lo descartaban y tenían que volver a parar otro. A todo ello se sumaba que no podían perder de vista a la furgoneta del programa que las seguía, pero a veces llegaban a la meta antes incluso de que pusieran la bandera roja.

Nos han contado algunas curiosidades más entre bambalinas del programa, como que si paraban en un lugar que no había pueblo, cuando Ylenia se quedó tirada en el Parque Natural o que las llevan hasta el más cercano pero a la mañana siguiente salen desde el punto en el que se pararon. El 'beeper' suena cuando la primera pareja llega a un punto límite que marca el programa, no cuando son las 18 horas. Cuando alcanzaban la bandera tenían que esperar horas hasta que llegara la última pareja, lo que les ayudaba a saber en qué lugar estaban, pero no podían ver nada de la zona en la que esperaban. Los blogueros estuvieron mucho tiempo ofreciendo dinero a los conductores pero se les dijo algo cuando hubo problemas con la policía, madre e hija aseguran que lo hicieron porque el redactor que las acompañaba se lo sugirió sabiendo que estaba prohibido. Dormían en “hoteles” cuando habían grabado hasta cuatro etapas, el cansancio y las preguntas personales provocaban las lágrimas en las declaraciones que la organización utilizaba en respuestas sobre el programa. Cada ocho días mandaban un mensaje a la familia diciendo “las chicas están bien” sin indicarles nada más.

Pero lo que menos les ha gustado es ver ciertos favoritismos, Pepey Blanca siempre conseguían coches en lugares muy recónditos o el cámara que estaba con ella recibía ciertas llamadas y tenía que parar. Están convencidas de que la inmunidad que consiguió Sonia con los luchadores, donde se lesionó pero se negó a tratarse para poder continuar la carrera, descolocó los planes del programa y de Ylenia que estaba segura de que se iban y hasta casi lo necesitaba a esas alturas.

Lo bueno de quedar terceras es que aunque no jugaron la final estuvieron en Bombay cuatro días, se quedaron de reserva por si les pasaba algo a los finalistas, y por fín pudieron hacer turismo, además de celebrar la victoria de los primos en la habitación de las astorganas. Están encantadas con que los primos ganaran, pero están seguras que si ellas llegan a juegar la final hubieran ganado porque las yincanas se les dan muy bien. Astorganas Vs. aristócratas hubiera sido la gran final para ajustar cuentas.

Una mochila llena de amigos y mantecadas

En el vuelo de ida iban todos los concursantes juntos, pero sólo coincidieron con los primos y aunque les prohibieron hablar ya empezó el buen rollo con ellos. Todos se llevaban muy bien, de hecho hicieron un grupo de Whatsapp cuando salieron, pero según se iba emitiendo el programa y con los montajes que hicieron empezaron las rencillas. Ahora se relacionan mucho con las jerezanas, los blogueros, los primos y los cuquis, esos grandes desconocidos, y esperan que al final hagan el camino de Santiago como tenían planeado.

Con respecto a Pepe Sonia era la única que le encendía, la mala relación empezó en los hoteles porque él es un actor y se les veía mucho el plumero por el favoritismo, de hecho eran amigos del equipo antes del programa y conocían la vida de todas las parejas. A pesar de eso, cuando salieron del programa fueron a Sevilla a casa de Pepe con todo el equipo y lo que parecía una tregua se quedo en nada cuando hizo una entrevista poniéndolas fatal, pero luego llego lo de las mantecadas y eso ya fue la guerra. Una pena no haberlo sabido antes para plantarse en Andalucía con un par de kilos de mantecadas para el anfitrión, lamentán.

Esta experiencia les ha servido para saber que Astorga las quiere y se lo demuestra

Psicológicamente ha sido muy duro porque emocionalmente han hecho con ellas lo que han querido, aunque en lo personal la relación con el equipo fue tan buena que cuando las echaron se pusieron a llorar con ellas, menos Cristina Pedroche con la que no tuvieron mucho trato. Se quedan con la vivencia pero no con el programa, gracias a esto han aprendido a valorar todo lo que tienen en comparación al estilo de vida de la India. Sonia si volvería, y algo está preparando que ya nos contará, pero Ylenia quiere volver normalidad. También esta experiencia les ha servido para saber que Astorga las quiere y se lo demuestran cada día, aunque a ellas la “fama” les da vergüenza y no quieren dejar de ser auténticas. Ya sea con la mochila a la espalda o con unas mantecadas en la mano Sonia e Ylenia han demostrado que son unas luchadoras capaces de llevar su orgullo por León al otro lado del mundo con la cabeza alta.

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