¿Por qué a los leoneses nos gusta tanto la nieve?

Disfrutar de la nieve

M.C.

No nieva y estamos inquietos. Nieva y crece nuestra ilusión, nos presta. Parece que la ausencia de nieve preocua a los leoneses, que como terapia para calmar nervios, para escapar de la rutina y el estrés diario necesitan observar un horizonte blanco, o dejarse embelesar por la caida de copos en la ciudad y en la provincia leonesa.

Para entender por qué sentimos este arraigo tan especial con la nieve hablamos con David Cueto y Miguel Ángel Cueto, psicólogos del Centro de Terapia de Conducta en León -Cepteco-.

¿Por qué a los leoneses nos gusta tanto la nieve?

Estamos habituados a ella y forma parte de nuestro arraigo cultural. Todos tenemos recuerdos de estar ya desde niños junto personas a las que queremos (amigos, familiares) jugando en cualquier plaza a tirarse bolas de nieve, haciendo muñecos de nieve, yendo a esquiar, a tirarse con el trineo en la montaña...

¿Tiene que ver con que estemos más acostumbrados a su presencia que la gente del sur, por ejemplo?

Desde luego, la nieve forma parte de nuestro paisaje local y si algún año no nieva o lo hace tarde (como este), nos sentimos confusos.

A pesar de que es fría y húmeda –condiciones desagradables para las personas en la mayoría de los casos-, muchos están deseando que llegue, ¿qué quiere decir esta conexión que sentimos con la nieve?

Las nevadas se entroncan con nuestras vivencias, sobre todo en nuestra niñez que es donde empezamos a sentir y manejar situaciones de apego, y en ello el lugar donde se vive también influye. Después nos refugiábamos alrededor de la cocina de leña o carbón y nos calentábamos las manos.

¿Cómo influye en nuestro estado de ánimo la ausencia de nieve? Es decir, en periodos en los que ya debería haber llegado un temporal y no es así...

El ser humano es un animal de costumbres y si tenemos interiorizado que cada año habrá dos o tres temporales de nieve que cortarán Pajares y colapsarán la ciudad, nos sentiremos profundamente extrañados si esto no ocurre. Además, como especie, también somos especialmente sensibles a la meteorología desde hace miles de años (ciclo día/noche, época de cosechas/plantación) y cambios imprevistos en ella suelen ser vistos como signos de mal agüero.

¿Gusta más a un perfil determinado de personas? ¿Y en el caso de los niños?

La nieve gustará más a quienes más hagan uso de ella, como niños que se divierten en el recreo o por las tardes o esquiadores que aprovechan su tiempo libre para ir a la montaña. Quienes solamente la ven como un problema en su vida diaria (atascos, peligro de resbalarse por el hielo, suciedad en las calles) les molestará su presencia.

¿Por qué la asociamos con momentos navideños, familiares...?

Esas fechas suelen ser de las más frías del año, aparte de las vacaciones navideñas que se suelen dar. Muchos niños viven la ilusión de la Navidad que termina con un factor de esperanza como los Reyes Magos. Por ejemplo, un australiano, argentino o incluso un canario, tendrá asociada las Navidades con ir a la playa y hacer una barbacoa con su familia, es pura coincidencia entre las celebraciones y la estación del año en la que nos encontramos.

¿Nos puede llegar a obsesionar o a frustrar su ausencia?

En una ciudad la gente puede llegar a sentir pena o nostalgia si no nieva como años anteriores, pero a esquiadores, gente con negocios orientados a la nieve o a la gente que trabaja en el campo ven un perjuicio económico ante la falta/exceso de nieve, así que por ello ellos serían los más afectados.

¿Qué diferencias observamos entre los apasionados de la nieve por los deportes que conlleva, y los amantes de la nieve como fenómeno?

Son maneras diferentes de disfrutar un fenómeno meteorológico, cada uno ve las ventajas que tiene y las aprovecha a su manera. Hay gente a la que le gusta la mera contemplación de la nieve caer desde la ventana de su casa mientras toman un chocolate caliente, otras preferirán salir inmediatamente a revolcarse o cogiendo unos esquíes/tabla de snowboard y muchas otras salir a pasear por el campo cubierto de nieve. Mientras se respete un equilibrio medioambiental todas las maneras de disfrutar de la nieve son totalmente legítimas y respetables.

Etiquetas
stats