Cuando el norte de León se 'separó' de la República durante dos meses hace 80 años

Un billete de los llamados 'Belarminos', porque el presidente de Asturias y León fue Belarmino Tomás.

Jesús María López de Uribe

Es como el cantón de Cartagena, pero menos conocido... y del siglo XX. Es más, de él sólo quedan los 'Belarminos', los billetes de pesetas que ordenó imprimir Belarmino Tomás, el que fuera presidente de aquel efímero estadio 'soberano' de Asturias y las montañas de León a finales del verano de 1937. Y también las pesetas (algunas de cartón) y algunos sellos muy cotizados entre coleccionistas y nostálgicos de la tierrina. El norte de León volvió a ser, desde el 24 de agosto de hace ochenta años, técnicamente 'soberano' bajo el manto de Asturias, en el Consejo Soberano de Asturias y León que 'abandonó' a la Segunda República... porque consideraban que ella les había dejado solos ante el peligro.

Una aventura que terminó casi dos meses después tras entrar por la fuerza el Ejército de Franco en su capital, Gijón. Asturias 'cae' bajo sus botas como general en Jefe por segunda vez. Casi exactamente tres años después: en el 34 dominó la situación el 19 de octubre y en 1937 el día 20 del mismo mes (aquí se puede leer el acta de su última reunión).

Y en los 'casi' se explica mucho de aquel movimiento ejecutado por diferentes organizaciones políticas y sindicales, como la CNT y la propia SOMA-UTG, del bando revolucionario republicano. Porque casi se formó por unanimidad: pese a que el PSOE protestó airadamente... y luego formó parte de él, sólo el PCE se pondría en contra. Porque fue casi soberano, de facto pero muy poco tiempo, y denunciado ante la Sociedad de Naciones por el propio Gobierno de la Segunda República cuando desde Gijón se comunicaron directamente con ella y casi llega 'a las manos' con Madrid porque se llegó a los insultos personales acusándose de traidores.

En sus 'Memorias de Guerra' el presidente de la República, Manuel Azaña, diría: “Belarmino Tomás y su desmesurada ambición de mando... las fanfarronadas sobre el triunfo fácil y la dirección de las operaciones han sido funestas...eso que han llamado 'Gobiernín Soberano'... la formación de ese Gobierno extravagante y su conducta... no se ha visto causa más justa servida más torpemente, ni buena voluntad más tan fervorosa como la de los combatientes auténticos, peor aprovechada”.

La última vez que parte de León fue 'soberana'

La cuestión es que la rebelión asturiana no tuvo nada que ver con el nacionalismo. Fueron dos meses de volver casi al espacio solar astur resistente de lo de antes de “España tierra conquistada”, pero al revés. Porque el 2 de septiembre Santander había caído en manos del Ejército Nacional y Oviedo lo estuvo desde el principio. Así que los asediados eran ellos y su frontera eran las montañas de León. Aunque fueran dos meses de 'facto', la verdad es que la República no podía hacer nada por ellos. Su destino estaba echado. Precisamente por eso, porque Belarmino Tomás y los suyos se vieron abandonados desde Madrid, constituyeron aquel Gobiernín para dejar claro que, ante todo, libertad.

Las últimas veces que un territorio leonés había sido 'soberano' de facto fue durante la Guerra de Independencia del Francés, al crearse la Junta de Defensa de León entre 1808 y 1813 (que luego derivó en lo que es hoy la Diputación) y durante el reinado de Juan I entre 1296 y 1300 (en contraposición al joven rey Fernando IV), al que los castellanos llaman “el Usurpador” pese a haber sido coronado en la catedral de León. La historiografía castellana asegura que León fue reino, y por tanto soberano, desde el 910 con García I a 1230 con Fernando III, aunque es el mismo que el reino de los astures que se inició con aquel caudillo llamado Pelayo en la provincia de Oviedo dicen que cerca del 718. También habría que preguntarse en qué posición quedó el campamento romano amurallado de Legio tras la caída de Roma en los tiempos entre suevos y visigodos y los primeros años de la conquista árabe, ya que algunos historiadores conjeturan que podría haber sido una ciudad 'libre' gracias a su potentísima fortificación que se asociaría de una forma más o menos independiente con los dominadores del terreno en el momento que tocara.

En todo caso, la Historia da muchas vueltas y las montañas leonesas fueron de nuevo una especie de muralla de hormigón y trincheras en la llamada Maginot del Cantábrico en el 37 para proteger a la Asturias Minera. Aunque en este caso en el momento en que la Ofensiva de Asturias se inició, fueron completamente inútiles para evitar que ahora hace 80 años el Ejército Franquista volviera a 'unir', con fuerza extrema de guerra y destrucción, la soberanía nacional en esta parte del Norte de España.

De aquella aventura queda el recuerdo romántico y nostálgico de asturianos, leoneses y libertarios. Pero también durante estos días el dramático paralelismo que jamás se habría pensado que se pudiera dar el 24 de este pasado agosto, cuando se cumplían ochenta años de su proclamación. Ochenta años tras la Guerra Civil Española.

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