La Junta crea el permiso turístico de pesca que pueden ofrecer los alojamientos como un servicio más

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El reglamento que desarrolla la ley de Pesca de Castilla y León regula por primera vez y como novedad la creación de un nuevo permiso turístico de pesca para los alojamientos hoteleros de la Comunidad, que le podrán ofrecer a sus clientes como un servicio más de su cartera y que tiene como objetivo aumentar y atraer más visitantes y contribuir al desarrollo del mundo local.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, desgranó el contenido y las novedades de este decreto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en la que incidió en la importancia de que las empresas turísticas tengan acceso a una reserva de este nuevo tipo de permisos, que calificó como un “nicho” para atraer e incrementar las pernoctaciones.

En concreto, el reglamento contempla cinco tipos de licencia (ordinaria, infantil, bonificada, turística, e interautonómica), a la vez que la licencia ordinaria, la más habitual, se amplía de uno a cinco años, que dará “una mayor comodidad” al pescador.

Respecto de los permisos turísticos reservados a empresas turísticas no podrán superar el 10 por ciento del conjunto de permisos en cómputo regional, el 15 del conjunto de permisos de cada provincia, el 15 de los permisos de los cotos de alta ocupación o el 30 por ciento del resto de cotos. Para disfrutar de estos permisos será obligatorio pernoctar en un alojamiento turístico de la Comunidad o la contratación del acompañamiento por un especialista en pesca.

Además, se crea el Fondo para la Gestión de la Pesca cuyos ingresos, que proceden de las licencias y permisos, estimados en este momento en tres millones, se destinarán con carácter finalista a la mejora de los ríos. En 2016, el censo de pescadores era de 176.683, que disponen de más de 10.400 de aguas trucheras, 17.750 de aguas fluviales y 42 zonas acotadas, a la vez que existen 14.070 kilómetros de aguas libres.

Suárez-Quiñones explicó que este era un decreto “esperado y muy querido”, si bien reconoció un retraso en el desarrollo de la ley que enmarcó en que se quería que fuera participado, pero en lo que insistió fue en su contribución a atraer turistas y al desarrollo del medio rural.

También, desarrolla la figura de los vigilantes de pesca, creados en la Ley de Pesca de Castilla y León, que serán aquellas personas, que, siendo miembros de una asociación colaboradora de pesca, sean habilitados tras la acreditación del cumplimiento de una serie de requisitos y la superación de una prueba de aptitud, si bien su carácter es de voluntariado.

En términos generales, el decreto regula los requisitos necesarios para la práctica de la pesca, las licencias, los permisos de pesca y pases de control, las asociaciones colaboradoras de pesca, la tipificación de los cotos, el régimen de acceso a los escenarios deportivo-sociales de pesca, la regulación de ésta en las aguas de pesca privada, la señalización de las masas de agua, el fondo para la gestión de la pesca, los medios a utilizar como los cebos o las artes, la pesca sin muerte y los horarios en los que se puede practicar esta actividad, los vigilantes de pesca y el registro regional de infractores.

Así, las asociaciones colaboradoras de pesca podrán colaborar en diversas actuaciones con la consejería y tendrán beneficios como la percepción de ayudas públicas para la ejecución de sus programas de colaboración, la prioridad para desarrollar eventos en los escenarios deportivos-sociales de pesca, prioridad en el acceso a las aulas del río para acciones formativas o representatividad en los Consejos Territoriales de Pesca.

Igualmente, se establecen los objetivos de los programas formativos que se desarrollarán en las Aulas del Río, centros formativos dirigidos especialmente a los pescadores noveles, en los que se priorizará la formación en comprensión de los ecosistemas acuáticos, la iniciación en la pesca recreativa, el conocimiento de métodos de pesca sin muerte y el conocimiento de las características y problemáticas de los ríos de Castilla y León.

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