Estar enamorados nos hace sentir más felices y ser mejores personas

Amor

M.C.

En una sociedad cada vez más individualista, en la que el divorcio está a la orden del día, el número de matrimonios celebrado ha bajado y existen más formas de relacionarse, como el poliamor –que consiste en tener más de una relación íntima, amorosa y sexual y duradera de manera simultánea con varias personas, con el pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados- ¿qué valor le otorgamos al amor romántico los seres humanos? Para contestar a esta pregunta y a todas las que relacionan el enamoramiento y la conducta humana desde un punto de vista psicológico profesional consultamos con los expertos de Cepteco –Centro Psicológico de Terapia de Conducta- David Cueto y Miguel Ángel Cueto.

“Enamorarse es el primer paso en la formación de la pareja en los humanos. Responde a un instinto reproductor genéticamente condicionado, una respuesta en la que se establece una relación ilusoria con una persona desconocida a la que se proyecta mi 'mapa del amor' ideal. Me someto a una tensión pasional bioquímica de fuertes vaivenes similares a una adicción”, apuntan. “Todo ese malestar, desconcierto, excesos emocionales, decisiones irreflexivas y conductas esperpénticas, carecen de futuro pues, como mucho, duran dos años. Si es correspondido tenemos que tener cuidado de que ese amor romántico nos lleve a la dependencia dejando que el otro abuse de nuestras emociones hasta llegar al maltrato. Si no es correspondido mi situación anímica podría generarme una profunda tristeza y desazón”, añaden los psicólogos.

¿Seguimos pensando en las relaciones monógamas? ¿Creemos en la fidelidad?

La monogamia sucesiva que solemos usar en la sociedad occidental es una forma de hacer más probable la supervivencia de la prole. Nuestro instinto de apego hace que nuestras emociones se deriven hacia una afectividad exclusiva que nos haga sentirnos queridos incondicionalmente.

La monogamia sucesiva que solemos usar en la sociedad occidental es una forma de hacer más probable la supervivencia de la prole

Parece ser que la monogamia, en muchos animales, tiene una base de supervivencia donde el cuidado de la prole quedaba al criterio de la hembra que amamantaba y el macho cazaba o recolectaba para dar de comer a la pareja y la prole. De hecho, existen estudios donde se cree que el enamoramiento suele durar lo que dura el desarrollo de un menor para que este esté evolucionado lo suficiente para tener una cierta autonomía.

Aunque suene a cuento, ¿todavía creemos las personas en el amor a primera vista? ¿Por qué?

Sí. Conocemos a parejas que dicen que lo suyo fue un flechazo, un amor “a primera vista”. Cuando se conocieron se atrajeron de forma instantánea. Y es que cuando sentimos atracción por alguien existen una serie de cambios neurológicos y bioquímicos en nuestro cerebro, se libera una hormona (oxitocina) que nos hace estar mucho más sensibles. Sudamos, estamos nerviosos y se produce una subida de la presión arterial.

Muchas veces se habla del amor romántico como una droga, como pura química. Un impulso primitivo que nos hace estar de buen humor. ¿Por qué?

Enamorarse provoca cambios hormonales transitorios. Por ejemplo, en un estudio de Marazziti y Canale (2004) observaron que aumentaban los niveles de cortisol en ambos sexos y que los niveles de FSH y testosterona fueron más bajos en hombres enamorados y más altos en las mujeres enamoradas con lo que se concluyó que dichos cambios parecen ser específicos de cada sexo.

En definitiva emociones a las que hemos puesto nombre como “miedo”, “ira”, “alegría” etc. no dejan de ser interacciones de neurotransmisores que generan respuestas somáticas en nuestro organismo.

¿Estar enamorados nos hace ser mejores personas?

Estar enamorado es casi un éxtasis, se apodera de uno y le recorre a uno de pies a cabeza. Si es correspondido, se siente uno infinitamente feliz. Los demás suelen darse cuenta de ello. Se anda más libre, los ojos brillan, el estado de uno es optimista. Todas las cualidades positivas se desarrollan. Se suele experimentar como un destino.

Digamos que el tipo de amor más 'puro' o desde luego el que pensamos que es más beneficioso para una persona (amar incondicionalmente a alguien por como es, sin juzgar) genera una actitud desprendida y nos hace salir de el ensimismamiento narcisista en el que muchas veces nos encontramos.

Y, ¿en todos los casos nos hace ser 'mejores', o puede provocar el sentido contrario, hacernos más egoístas?

Así todo, el amor es conducta. Son los comportamientos positivos que se tienen hacia el otro. Es negociar de mutuo acuerdo cuando uno dice negro y el otro blanco. No es hacer los días grises, es dejar que unas veces sea negro por uno, y blanco otras veces por el otro. ¿Cómo, si no, podría existir una pareja, que a pesar de todos los problemas aún siguen estando juntos?

El amor y sus sentimientos derivados son poderosos reforzantes de la conducta humana, nos hacen sentir bien y nos anima a hacer cosas de manera apasionada

Según un estudio de la doctora neurocientífica Stephanie Cacioppo, de la Universidad de Chicago, el enamoramiento mejora nuestro comportamiento y enamorarse activa no solo el cerebro emocional, sino las regiones involucradas con actividades intelectuales y de cognición de alto nivel. ¿Por qué nos vuelve más activos?

El amor y sus sentimientos derivados como cariño y apego son poderosos reforzantes de la conducta humana, nos hacen sentir bien y nos anima a hacer cosas de manera apasionada. Como también ocurre que este sentimiento abarca todas las áreas que consideramos importantes en nuestra vida, la activación que se produce es fácilmente observable y contrastable, como así pasa en la literatura, el cine... etc.

Esta afirmación de la doctora se contrapone a la idea clásica de que estar enamorado vuelve a las personas más distraídas, especialmente durante las primeras etapas, pero ¿cuáles son los beneficios de estar enamorado?

Algunos autores observan en el enamoramiento un deseo de vinculación que nos impulsa a establecer relaciones estables que nos dan seguridad afectiva y confianza. Este deseo amoroso surge del apego. Así mientras que el enamoramiento es un fenómeno selectivo que surge del deseo sexual y tiene como finalidad el coito y la procreación, el amor es un deseo de vinculación para cubrir la necesidad de seguridad afectiva que genera sentimientos de ternura y cariño.

El tipo de amor más 'puro' genera una actitud desprendida y nos hace salir de el ensimismamiento narcisista en el que muchas veces nos encontramos

Lo único positivo del enamoramiento es que, cuando desaparece, se abre la posibilidad para iniciar una vinculación amorosa racional que será la auténtica expresión de nuestra humanidad creativa.

¿Cómo se diferencia el amor de lujuria?

El enamoramiento supone el deseo y la atracción, implica la exclusividad del objeto, es un estado general de “encantamiento” o “fascinación” que se convierte en el eje de la actividad mental (atención preferencial al amado/a, percepciones especiales y distorsiones, asociaciones continuas con el amado/a, mantenimiento de la memoria de lo vivido, recuerdos continuos en su ausencia, fantasías y sueños con el amado, preocupaciones u obsesiones si hay miedo a la pérdida, significados e interpretaciones distintos de la vida y de las cosas, tendencia a hacer proyectos de futuro). Es el eje de la vida emocional (emociones positivas: bienestar y éxtasis con su presencia y con la seguridad en la relación y emociones negativas: ansiedad y tormento en su ausencia o ante el miedo de la pérdida).

Sus implicaciones son varias (alto poder motivador e influencia en la toma de decisiones). Las implicaciones relacionales son deseo de proximidad y conductas de proximidad, de unión, de entrega al otro, de posesión del otro, de intimidad corporal, sexual y afectiva, interés por las cosas del otro, interés por ser digno del otro, deseo de compromiso eterno con el otro. Las implicaciones ambientales son varias ya que da significado a todo lo que toca, música que se comparte, paisajes que se habitan juntos, regalos que se intercambian...

¿Han cambiado los códigos sociales en relación con el amor?

Nuestra amplitud de sentimientos y demostraciones de afecto es muy amplia. Podemos amar a varias personas de forma distinta. Podemos querer a una persona y enamorarnos de otra. No obstante, no suele ser práctico debido a la confluencia espacio-temporal que conlleva y a los conflictos en las atenciones que podría generarnos.

También podríamos añadir que el concepto de “amor” va íntimamente ligado al contexto sociocultural en el que vivimos, siendo muchas veces moldeado en función del modelo económico en el que vivimos (actualmente el capitalismo), que actualmente promueve unas relaciones humanas en vorágine y de tipo de usar y tirar, totalmente asociado al modelo de sociedad de consumo en el que nos encontramos.

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