La noticia más hermosa de todos los siglos

César Sánchez / ICAL Visita guiada al paraje berciano de Las Médulas.

D. Álvarez / Ical

Un 4 de diciembre del año 1997, la ciudad de Roma fue el escenario en el que la Unesco declaró el paraje berciano de Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad. Esta antigua mina de oro a cielo abierto, la mayor del Imperio Romano, cerraba así un círculo abierto por los antiguos pobladores de la ciudad eterna y que se resolvía en el mismo lugar en el que había empezado todo. Pero 15 minutos antes de hacerse público el fallo, la decisión no estaba tan clara, según recuerda, dos décadas después, el periodista Luis del Olmo, uno de los principales impulsores de la declaración. “Me llama Federico Mayor Zaragoza, que por aquel entonces era director general de la Unesco, y me dice que el jurado alemán no va a conceder el voto y que esto tiene que salir por unanimidad o nos quedamos sin reconocimiento”, recuerda.

“Parece que lo estoy viviendo como si fuera hace unas horas”, recuerda Del Olmo, quien, tras conocer que finalmente el jurado otorgaba el ansiado título al paraje, continuaba preguntándose cuál sería el motivo de la oposición de los germanos. “Según me contó luego el propio Federico Mayor Zaragoza lo que pasó fue que los alemanes vieron tanta belleza que pensaron que, si se nombraba Patrimonio de la Humanidad, el mundo lo machacaría en cuatro días”, rememora. Del Olmo, que recuerda este episodio como la “noticia más hermosa de todos los siglos”, no ha dejado de promover a lo largo de su trayectoria los encantos de su Bierzo natal. “Cuando hablo del Bierzo, hablo de Las Médulas”, sentencia.

Su vínculo con el territorio lo convirtió en presidente de la fundación ligada al paraje, desde su creación, en 1999, hasta 2013, año en que pasó a ser presidente de honor. Al año siguiente, el organismo le concedió su medalla de oro, aunque lo que el periodista más valora es “la confianza que pusieron en mi para llevar la responsabilidad durante tantos años”. Como representante internacional del paraje, Del Olmo recita de carrerilla los títulos asociados a Las Médulas -“Patrimonio de la Humanidad, Monumento Natural, Bien de Interés Cultural, Paisaje Cultural, lo es todo, tiene todas las flores que puede recibir un rincón”- y recuerda que hace dos milenios el historiador romano Plinio el Viejo ya dejó escrito que era “menos temerario buscar perlas y púrpura en el fondo del mar que sacar oro de estas tierras”. “La 'ruina montium', la ruina de los montes, es de una belleza y de una fuerza brutal”, resume el periodista, que considera que “aún faltan cosas por contar”, como los canales asociados a la explotación, “300 kilómetros de red hidráulica con una pendiente constante”, explica con fascinación.

“Para saborear Las Médulas hay que pisarlas”, insiste Del Olmo, que ilustra su argumento con otra anécdota protagonizada en este caso por los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, que visitaron el paraje en 1999. “La reina Sofía no se quería ir, estaba maravillada por el entorno y no paraba de hacerse fotografías entre los castaños centenarios”, recuerda el propietario de una de las voces más reconocidas y prestigiosas del panorama mediático español de las últimas décadas. De cara al futuro, Del Olmo espera que los pueblos del entorno “se den cuenta de la belleza y del futuro que tienen” y que la Junta “continúe mimando, como hasta ahora y si es posible más, ese rincón del Bierzo y que continúe visitándolo con frecuencia”. “Es un esfuerzo común que necesitamos por parte de todos, cualquier esfuerzo de las autoridades, de los vecinos y de los que amamos el Bierzo se queda pequeño”, concluye.

Gestión unificada

El territorio afectado por la declaración de la Unesco en Las Médulas comprende terrenos de tres municipios: Carucedo, Borrenes y Puente de Domingo Flórez. Los tres ayuntamientos, junto al Consejo Comarcal del Bierzo, la Diputación de León y la Junta forman parte del patronato de la Fundación, junto a entidades como la Fundación Monteleón, Gas Natural Fenosa o el Instituto de Estudios Bercianos (IEB). La necesidad de una “gestión unificada” que coordine las actuaciones de los diferentes organismos es la principal demanda de los responsables locales.

En ese sentido, el alcalde de Carucedo, Alfonso Fernández, critica que “para solucionar un problema de agua que tenemos en el pueblo de Las Médulas hemos tenido que pedir informes a 14 organismos, ¡en nuestro propio territorio!”. El regidor, que reconoce el “potencial” del paraje como “emblema turístico de la comarca y de la Comunidad”, considera que “la calidad de vida y el bienestar de los vecinos deben ser prioridades del plan de uso y gestión” y atribuye el actual “momento de 'stand-by'” a la falta de “una gestión unificada y coordinada”. “Dependemos de muchos organismos, es un desgobierno en el que gobiernan muchos. Necesitamos alguien que tenga las competencias y la responsabilidad”, resume. “Los ayuntamientos sólo tenemos trabas a nivel de gestión, de burocracia y de competencias”, lamenta el alcalde , que pide “solidaridad” al resto de corporaciones de la comarca para colaborar en la erradicación de la “imagen de desorden” que se produce en determinados fines de semana en los que llegan a concentrarse en el paraje hasta 1.000 coches. “Porque todo lo que se invierta en Las Médulas sale para el entorno, tiene trascendencia en toda la provincia”, subraya Fernández.

Carencias fundamentales

También se muestra crítico con la gestión en materias como “mantenimiento, limpieza, basura y desbroces” el alcalde de Borrenes, Eduardo Prada, que este verano se opuso a la puesta en marcha del primer autobús turístico que recorre el paraje al considerar que “no viene a solucionar absolutamente nada” y que se trata de una “ocurrencia”. “Después de 20 años, sigue habiendo carencias fundamentales que no deberían existir, como el abastecimiento, depuración y saneamiento de agua para los pueblos de la zona”, insiste Prada, que cita los aparcamientos o los accesos a los castros de la zona como otras cuestiones por resolver.

En cuanto a la gestión del paraje, el regidor de Borrenes califica de “lamentable” que no se haya acordado una “gestión de mínimos” en dos décadas. “No creo que sea tan difícil ponernos de acuerdo en ciertas cosas que son básicas”, asegura Prada, que echa en falta “unas directrices claras, un plan de gestión”. En ese sentido, el alcalde critica que hasta el momento “cada administración ha ido haciendo cosas por su cuenta y ahora es muy complicado encajar todo eso” debido a que las competencias están “difuminadas entre unas cuantas administraciones, entidades y organismos”. “Esto es un caos”, resume. Pese a estos inconvenientes, Prada coincide con su homólogo en Carucedo al señalar que “el reconocimiento ha significado una promoción que nos ha hecho conocidos en todo el mundo”. “Ha traído turismo y mayor actividad en la hostelería”, remarca.

El aula de los canales

En la misma línea, el alcalde de Puente de Domingo Flórez, Julio Arias, considera que “la declaración de hace 20 años ha significado todo para el municipio”. No obstante, Arias reclama que se dé “un paso más en la puesta en valor de los canales, la verdadera obra de ingeniería” de Las Médulas y para cuya difusión el Ayuntamiento dispone de un aula arqueológica. “La primera visita debería ser al aula de los canales”, defiende el regidor, cuya apuesta pasa por “hacer transitables para ciclistas y senderistas” estos antiguos cursos de agua excarvados por los romanos. Por otro lado, Arias también coincide con sus homólogos al señalar la importancia de “compatibilizar la especial protección del entorno con el resto de labores de la economía diaria del municipio”.

Por su parte, el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, recoge el guante de los alcaldes de la comarca y se suma a la demanda de una “gestión unificada” del paraje, una medida que la institución comarcal viene reclamando desde hace años. Según Álvarez Courel, “el gran debe que tenemos después de 20 años es que a día de hoy el visitante no se encuentra a gusto”, debido a que no se ofrece un “turismo de calidad” que sea “lo contrario de la masificación”.

En ese sentido, el presidente comarcal, que admite que el espacio natural ha mejorado mucho en estas dos décadas, reclama a la Junta “inversiones para nuevas infraestructuras y para renovar las existentes” así como un plan de gestión que sea capaz de “compatibilizar la vida de las personas que viven en el paraje con la gran cantidad de visitantes”.

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