Los padres de niños con altas capacidades exigen una educación inclusiva y rechazan los 'guetos'

Educación, niños, altas capacidades portada

Marta Cuervo

¿Eres un niño superdotado? ¿Eres un cerebrito? ¿Te gusta recitar fórmulas matemáticas, te gusta el espacio? ¿Tocas instrumentos? ¿Tienes problemas emocionales, problemas a la hora de relacionarte con los demás? ¿Te aburres en clase? Estas son algunas de las preguntas convertidas en tópico cuando la sociedad escucha el término altas capacidades en un niño. Pero, independientemente de que las preguntas se contesten en positivo o en negativo, muchas personas trabajan a diario para dejar claras ciertas cuestiones que provocan dificultades en el día a día de los menores, sean niños diagnosticados con altas capacidades o no.

La Asociación Leonesa de Altas Capacidades (ALAC) es precisamente uno de los organismos que trata de esclarecer la imagen que la sociedad tiene de los niños que están diagnosticados. “Hay muchos mitos y todos los conocimientos van asentados sobre esos mitos. Parte de nuestro trabajo es desmontar la parte que es leyenda, para que los contenidos e investigaciones vayan asentadas partiendo de una base real”, apuntan las vocales de la asociación de padres, que tienen la vista puesta en la creación de una Federación a nivel de Castilla y León junto con otras asociaciones.

ALAC se creó hace cinco años, por la iniciativa de un puñado de familias, de una minoría de padres con niños diagnosticados con altas capacidades que decidieron unirse para ver qué podían hacer para defender los derechos de sus hijos. En la actualidad son más numerosos, integrados por unas 60 familias de León y provincia (incluso alguna de Zamora), pero siguen manteniendo objetivos: informar lo que son las altas capacidades, y hacer todo lo posible para que sus hijos reciban una respuesta educativa adecuada a sus necesidades.

Los datos oficiales en torno a las altas capacidades en León

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, correspondientes al curso 2015-2016, en la provincia de León existen un total de 108 niños diagnosticados con altas capacidades; 78 hombres y 30 mujeres. Del conjunto, solo uno de ellos pertenece a Educación Infantil (2º Ciclo); 61 niños con altas capacidades estudian Primaria, 34 la ESO, y 12 Bachiller.

Estas, según ALAC, se encuentran muy por debajo de la realidad, ya que el porcentaje de estudiantes con altas capacidades en la provincia leonesa alcanza un 0'17%, pero de un total del que sólo se han identificado un 2%. “Si nos fiamos de estos datos, faltaría un 90% de niños por identificar”, sentencian las portavoces del grupo de padres.

¿Un vacío en la Administración a nivel educativo?

Los padres de este grupo denuncian un vacío en la Administración. “Es necesario nuestro trabajo porque no hay otras personas que lo hagan. Debemos cubrir una necesidad que no está cubierta en el ámbito educativo”, declaran Carmen y Susana, portavoces de ALAC. Además, desde la asociación también hacen frente a las necesidades de las familias con apoyo, orientación e información, y de los niños a través de actividades que buscan satisfacer su curiosidad para que dirijan su motivación.

“Es imprescindible el apoyo emocional e informativo, resolver las dudas y las inquietudes que surgen en las familias cuando se detecta un niño con altas capacidades”.

ALAC defiende que el menor continúe yendo al mismo colegio, pero exige que se cumpla la Ley de Educación que asegura “que corresponde a las administraciones educativas detectar a estos niños evaluarles, diagnosticarles y tomar las medidas necesarias para cubrir sus necesidades”, un hecho que en la práctica no está pasando, ya que en la mayor parte de los casos son las familias las que detectan las altas capacidades en sus hijos.

Susana es maestra de apoyo a la integración, por lo que es consciente de las 'dos partes'; además de madre, sabe lo que se hace en la escuela para atender esas altas capacidades. “Los maestros no tenemos la formación para detectarlo, el plan de estudios no contempla una preparación para detectar y trabajar con todas las patologías, carencias o características especiales del alumnado”, confiesa.

Pero las dificultades que denuncian desde ALAC no acaban con la detección de niños con altas capacidades. “El informe se puede solicitar a través del colegio, o de forma privada. Una vez que luchas para que al niño le evalúen, ¿de qué sirve? En su clase no van a saber qué hacer con el niño. Las indicaciones psicopedagógicas no se llevan a la práctica en la mayoría de los casos. No todas las familias tienen los recursos para enfrentarse. No encuentras colaboración, no es cómodo para las familias”, recuerda Carmen.

Las familias con niños diagnosticados con altas capacidades piden medidas educativas inclusivas

Según la Asociación Leonesa de Altas Capacidades, de nada sirve que saquen a los niños fuera durante unas horas y que luego vuelvan a clase con el resto de sus compañeros. “Queremos que estén atendidos durante todas las horas que están en el colegio. Hay ciertas medidas que recoge la ley como ordinarias que tienen que ver con adaptaciones metodológicas, agrupamientos flexibles, temporalizar, dejar que el niño vaya marcando el ritmo de trabajo, que autorregule su propio trabajo, el desarrollo de proyectos en los que los niños puedan adaptar su nivel de investigación...” enumeran las portavoces. “Pedimos medidas inclusivas pero el sistema educativo actual es muy rígido”.

Aunque desde la asociación, que acaba de firmar un acuerdo con la Universidad de León, reconocen el esfuerzo de algunos centros como en el CEIP Lope de Vega, en Armunia, y el CEIP CRA de Trobajo del Cerecedo. “En el Lope de Vega están realizando agrupamientos flexibles en Matemáticas y Lengua. No son guetos de exclusividad, porque tienen su grupo de referencia, pero en las instrumentales la materia está adaptada, para que cada niño reciba lo que necesita”, declara Susana.

Como apuesta final, los padres de niños de altas capacidades apuntan que para lograr sus objetivos “no se necesita ni más esfuerzo ni más dinero”, sino que “la solución pasa por reagrupar”. “Se necesitan metodologías mucho más activas, más flexibilidad en el sistema educativo, que se cambie el sistema educativo, que nos se adapta a las necesidades de cada niño”.

En abril la Asociación Leonesa de Altas Capacidades realizará unas jornadas sobre altas capacidades, las terceras en esta ocasión.

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