Gersul aborda su enésima crisis para intentar que la basura de León no desborde la legalidad

Carlos S. Campillo/Ical. El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo (i), y el de Gersul, Ángel Calvo

Antonio Vega

Gersul, el ente gestor de las basuras de León, intentará salir este lunes del pozo en el que se encuentra hundido debido a la paralización de su gestión, que le ha llevado, entre otros asuntos, a retrasar pagos a su plantilla y a la empresa que lleva las basuras en el vertedero provincial, el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega.

Esta entidad, que tiene el quinto mayor presupuesto público de toda la provincia caracterizado por su gran opacidad, reunirá su Junta de Gobierno y Administración en sesión extraordinaria el lunes 26 de febrero en el Palacio de los Guzmanes. Se cumplirá así la promesa realizada por el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, de resolver los problemas de Gersul a la mayor brevedad posible.

Lo llamativo es la convocatoria, con un único punto del orden del día con un informe del presidente de la entidad, el diputado provincial y número 2 del PP leonés, Ángel Calvo. En ese único se abordarán la modificación de los Estatutos de la entidad; la puesta en marcha del nuevo vertedero y la modificación del contrato con la UTE Legio VII; la revisión del canon de inversión; el acuerdo extrajudicial con Legio VII sobre las facturas impagadas de 2009 y 2010; la situación del servicio recaudatorio y la de los procedimientos contencioso-administrativos.

La curiosa convocatoria, extrordinaria y con un único punto a votar con todos los asuntos unidos, ha motivado las críticas de Ciudadanos, cuyo diputado provincial, Juan Carlos Fernández, ha tachado la gestión de “nefasta” y de falta de “transparencia”. La formación naranja denuncia que sólo se ha remitido la convocatoria y ninguna documentación sobre los asuntos a abordar, algo por otra parte habitual en Gersul en que se ha dado el caso de que sus miembros han aprobado cosas sin ni siquiere haberselo leído. Así ocurrió cuando se aprobó el convenio para ampliar el vaso del vertedero con Somacyl, una empresa pública de la Junta, que ni siquiera fue facilitado a la Asamblea.

La Junta de Gobierno de Gersul no se reúne desde el pasado mes de julio, cuando se incorporó una concejala de Ciudadanos de San Andrés del Rabanedo en sustitución del diputado provincial del partido, que dimitió. Además Gersul está con sus presupuestos prorrogados y sus asambleas, obligatorias dos al año, no se llegaron a producir en 2017. El resto de puestos están copados por PP y PSOE, que votan en común habitualmente todas las decisiones de la presidencia.

La crisis de Gersul viene derivada en parte por la ausencia de secretario desde hace un año y la incapacidad del órgano y de la Diputación de dotar de estabilidad su gestión. La baja del secretario ha provocado problemas de pago a la plantilla de Gersul y a la UTE Legio VII, lo que motivó a la plantilla de esta última a amenzar con una convocatoria de huelga si se producían impagos de nóminas por la falta de pagos, algo que ya sucedió en 2016. Según fuentes populares la situación se ha ido normalizando pero el inicio del año ha sido muy tenso.

Uno de los asuntos precisamente que se van a tratar es un acuerdo extrajudicial alcanzado con la UTE Legio VII, que gestiona el basurero y está formada por FCC y la ahora empresa china Urbaser, sobre los impagos de facturas de 2009 y 2010. El conflicto viene motivado por la decisión de Gersul en esos años de no pagar las facturas que le giraba Legio VII por estar disconforme con sus importes, y ante esa situación la empresa acudió a los tribunales. Un acuerdo de 22 millones de euros pondrá fin a este conflicto, si así lo aprueba la asamblea de Gersul. La duda surge en saber de dónde sacará los 22 millones Gersul para abonarlos, ya que la opacidad de sus cuentas no permite saber si dispone de liquidez para afrontar el pago.

Otros de los auntos calientes del lunes será la aprobación de los nuevos Estatutos. Gersul depende ahora, formalmente, del Ayuntamiento de León al ser su principal accionistas, en cumplimiento de la Ley Montoro, pero siempre ha sido controlado desde la Diputación de León. La reforma de los estatutos volverá a situarlo formalmente como dependiente de la Diputación de León y así los políticos se quitarán de encima al interventor municipal de León, que ha cuestionado algunas de las decisiones que se han tomado en el ente, como las contrataciones de personal temporal para gestionar los recibos.

Además se abordará en la reunión del lunes la entrada en funcionamiento del nuevo vaso del vertedero y quién lo va a gestionar, ya que en el convenio inicial figuraba Somacyl pero Legio VII considera que su contrato está en vigor hasta el 2024, aunque el primer vaso haya visto limitada su vida útil 6 años menos de los previstos.

En el 2017 Gersul logró salvar un grave problema que se le venía encima, al cuestionar el interventor su capacidad para cobrar su tasa con la que financia la gestión de las basuras leonesas. Un informe del Consejo Consultivo avaló la legalidad de esa tasa, en caso contrario habría podido ocasionar un problema millonario, pero le prohibió contratar a personal temporal para cobrarla, algo que estaba haciendo y que todavía no ha resuelto ajustar a la legalidad.

Lo cierto es que la situación económica de la entidad es toda una incógnita dado el alto tiempo en que no se han dado explicaciones de sus cuentas. Podemos cifró en 30 millones de euros la deuda de la entidad y pidió la dimisión de su presidente Ángel Calvo denunciando la incapacidad en la gestión del ente. La cifra oficial a finales de 2016, en la última asamblea realizada, fue que se acumulaban entonces impagos de alrededor de 14 millones de euros de su tasa por diversas deficiencias en la gestión, una cifra que casi igualaba a la recaudación anual media entonces de 16 millones de euros.

En el Pleno de enero de la Diputación de León su presidente Juan Martínez Majo aseguró sobre Gersul que “No hay absolutamente nada que ocultar que aquí se conozca, y cuando no hay nada que ocultar, cuanto más transparente mejor”. El lunes una reunión de su órgano de gobierno, y una inédita posterior rueda de prensa para explicar lo aprobado, intentará devolver la normalidad al ente más opaco de León, el que gestiona la basura. No es la primera vez que el intento se queda en eso, un intento.

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