Los hoteles de Castilla y León podrán especializarse en turismo familiar, gastronómico, congresual o de salud

Hotel Quindós

Ical

Los hoteles de Castilla y León que cuenten con tres o más estrellas podrán especializarse y contar con la correspondiente acreditación expedida por el Gobierno autonómico como hotel familiar, gastronómico, balneario, con historia, de congresos y eventos, enoturístico o de salud. Los que cumplan los requisitos fijados en la normativa, podrán acceder a varias especializaciones al mismo tiempo. Así lo recoge el proyecto de decreto publicado por la Junta en su portal Gobierno Abierto, por el que se regularán los establecimientos turísticos de alojamiento hotelero en la Comunidad.

Este documento, que admite aportaciones hasta el próximo 4 de agosto, pretende “conseguir que la oferta de los servicios sea diversa”, y por ello busca “promover la calidad y la excelencia del turismo como estrategia de futuro, tal y como propugna la Ley 14/2010, de 9 de diciembre, de Turismo de Castilla y León”.

“Con la aprobación de esta ley, se introdujeron modificaciones en la ordenación del sector como ha sido la de abrir la posibilidad de que los alojamientos hoteleros pudieran especializarse de acuerdo con los requisitos y condiciones que se determinaran reglamentariamente, lo que exigía la correspondiente modificación normativa para adaptarse y desarrollar las previsiones de esta ley. Todo ello hace necesaria la redacción de un nuevo decreto que regule este tipo de establecimientos de alojamiento turístico”, apuntan desde el Ejecutivo autonómico.

Para contar con la acreditación como hotel familiar, deberán acreditar que cuentan con una zona exterior de esparcimiento de al menos 200 metros cuadrados, además de un parque infantil, servicio de ludoteca, proyección de audiovisuales, servicio de animación o piscina al aire libre.

Quienes aspiren a ser considerados hoteles gastronómicos tendrán que tener al menos servicio de catas y degustaciones, carta con menús temáticos, sumiller con experiencia de al menos tres años y jefe de cocina reconocido, una oferta gastronómica vinculada al entorno comarcal y provincial, y una carta con menús de al menos cinco platos cuya base sean productos de denominación de calidad o marca Tierra de sabor, y al menos tres vinos de referencia por cada denoiminación de origen de Castilla y León.

Los hoteles balneario deberán contar con equipamiento médico-sanitario y fisioterapeútico, salones para la práctica de ejercicios físicos y de recuperación, sala de lectura y zona exterior de esparcimiento. Por otra parte, los hoteles con historia tienen que ocupar un inmueble declarado BIC , estar integrados en un conjunto histórico o haber sido escenario de un acontecimiento relevante, además de ofrecer información a sus ocupantes sobre la singularidad del inmueble y contar con una decoración y mobiliario armonizado.

Los hoteles de congresos y eventos tendrán que disponer de una sala específica de reuniones con capacidad para al menos 70 personas, un despacho de conferencias, personal especializado en la organización de eventos, equipos audiovisuales y un servicio concertado de intérpretes y traductores.

Por su parte, para adquirir la categoría de hotel enoturístico tendrá que contar con bodega propia o acuerdos con bodegas adscritas al club de producto Rutas del Vino de España donde se informe sobre el proceso de elaboración, crianza y conservación del vino, un servicio de catas con periodicidad mensual, y profesionales acreditados en esta especialidad.

Por último, los hoteles de salud tendrán que ofertar tratamientos de bienestar ofrecidos por fisioterapeutas, pediluvio, saunas, bañeras de hidromasaje, baño de vapor, sala de reposo, cabinas de masajes, solarium y al menos una ducha vichí, escocesa o bitérmica.

Cinco tipologías

El documento clasifica los establecimientos hoteleros en cinco tipos: hotel, hotel apartamento, motel, hostal y pensión. En los tres primeros, prevé una clasificación por estrellas, de una a cinco, en función de las instalaciones, equipamientos y servicios que ofrezcan a los viajeros. En cuanto a los hostales, contarán con una o dos estrellas en función de su cumplimiento de los criterios fijados en la norma y podrán conseguir el distintivo de hostal con historia, mientras que las pensiones no contarán con diferencias de categoría.

Excepcionalmente, a los establecimientos de alojamiento hotelero se les podrá dispensar del cumplimiento de alguno o algunos de los requisitos establecidos en el decreto “cuando las circunstancias concurrentes permitan compensar el incumplimiento con la valoración conjunta de las instalaciones, servicios y de las mejoras que incorporen, en particular cuando se instalen en inmuebles integrantes del Patrimonio Cultural de Castilla y León”. Para ello, deberán cumplimentar la pertinente solicitud a través del portal Tramitacastillayleon.jcyl.es.

El proyecto de decreto regula asimismo el régimen de funcionamiento de los establecimientos de alojamiento hotelero, si bien reconoce el régimen de libertad de precios.

Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística en la 'Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos', el pasado mes de junio Castilla y León contaba con 1.388 establecimientos hoteleros abiertos al público, que ofertaban un total de 60.575 plazas y daban trabajo a 6.735 personas. El grado de ocupación por plazas fue del 32,41 por ciento (lejos de la media nacional, del 59,17 por ciento), una cifra que los fines de semana se incrementó hasta el 44,96 por ciento (65,53 por ciento en el conjunto del país).

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