¿Por qué se quiere detener la quema de residuos de Cosmos?

Cementera de Cosmos.

Isabel Rodríguez

La incineración de residuos que la cementera Cosmos pretende iniciar ha movilizado a los bercianos en su contra por las posibles causas negativas que esta quema pudiera tener para el medio ambiente y la salud de las personas. Cosmos se defiende argumentando que esta combustión no va a generar más contaminación de la que ya se genera, pero el principal problema se encuentra es que no existen estudios localizados que avalen a ninguna de las dos partes.

Para disipar algunas dudas, esta tarde han estado cinco profesores de la Universidad de León impartiendo una charla informativa en el salón de actos del Instituto Gil y Carrasco de Ponferrada para exponer el problema desde los diferentes ámbitos que dominan: ambiental y ecológico, económico, el de la salud.

Plan de ajuste

Todo empieza en 2005, cuando entra en vigor el protocolo de Kioto al que se adhiere España. Es entonces cuando comienza el control de emsiones de CO2. Cosmos, como el resto de empresas, tiene un límite de toneladas que puede expulsar sin coste. En el caso de sobrepasar esa cantidad, debería comprar más derechos de emisión, pero no lo hacer por lo que hasta el momento no ha tenido que pagar nada.

Los profesores insisten en que las consecuencias no están claras, por lo que antes de tomar una decisión es necesario conocer cuáles podrían ser los posibles efectos de la incineración de este tipo de residuos.

Lo que ocurre es que a partir de 2013 el Gobierno tiene previsto reducir progresivamente los derechos de emisión hasta que la gratuidad desaparezca allá por el año 2020. Esto supondrá un incremento del gasto para las empresas por lo que la cementera Cosmos ha buscado la fórmula para no gastar tanto. ¿Cómo? Sustituyendo parte del coque de petróleo que se utiliza habitualmente para calentar el horno en el que se cuece la materia prima (arcilla y caliza) por residuos de alto poder calórico, como neumáticos, harinas cárnicas o plásticos.

“Cosmos asegura que este reemplazo parcial, que podría llegar al 20% del coque de petróleo, reduce el coste energético y no tiene consecuencias para el medio ambiente, pero eso no se sabrá hasta que no haya estudios que lo demuestren”, argumenta Julio Lago, profesor de Económicas.

Lago analiza también que, con una industria del carbón en extinción que fue un motor económico del Bierzo, “sería un problema que la contaminación amenazara a la potente industria agroalimentaria que tiene la comarca”, explica.

La contaminación suma

Los profesores insisten en que las consecuencias no están claras, por lo que antes de tomar una decisión es necesario conocer cuáles podrían ser los posibles efectos de la incineración de este tipo de residuos. El profesor de Biológicas y Ambientales Arsenio Terrón alerta de que los resultados no son igual si se plantean en un lugar o en otro. “En El Bierzo hay dos centrales termoeléctricas, la acería Roldán y una ciudad de 70.000 habitantes, todo ello influye”. Es decir, que la cuestión no es analizar lo que contamina cada elemento por separado sino el conjunto de ellos. “Todos los ecosistemas son capaces de soportar una cantidad de estrés, pero si introduces un elemento más, estos ecosistemas ya no aguantan”, analiza.

¿Pero si con esta sustitución se reducen las emisiones de CO2 porque es peligroso? “El CO2 influye en el calentamiento global, pero hay otros contaminantes mucho más tóxicos y peligrosos”, explica Terrón. “Hay que determinar en qué medida puede afectar a la salud y a qué población, la contaminación atmosférica afecta sobre todo a la población mayor con problemas respiratorios, la que provocan los productos tóxicos afectaría sobre todo a niños porque se produce una bioacumulación”, analiza Vicente Martín, profeor de Medicina Preventiva y Salud Pública. Es decir, cuanto más tiempo se está expuesto a estas emisiones peor.

Un problema social

La exposición a los factores contaminantes puede ser por inhalación o por consumo de alimentos, por ello Carmen Acedo, profesora de Biológicas y Ambientales ha realizado durante su exposición un repaso sobre las plantas más amenazadas de la comarca y resaltará los recursos de la zona para hacer una explicación sobre qué ocurriría con un exceso de contaminación.

Por último, el catedrático de Biológicas y ambientales Estanislao de Luis Calabuig asegura que “los problemas ambientales tienen que resolverse socialmente”. “Hay que analizar de dónde vienen esos residuos, ver qué pasaría si no se quemasen ahí, a dónde irían... el tema es muy complejo, la gente pide respuestas pero lo más importante es: ¿qué preguntas habría que hacer?”, se interroga.

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