León cumple con la tradicional liberación de un preso instaurada hace medio siglo
Con la música del Orfeón Leonés como acompañamiento, la procesión del Santo Cristo del Perdón volvió a recorrer las calles de la capital para hacer, un año más, ante el Locus Apellationis (lugar de apelación) de la catedral la parada cada Martes Santo supone el antes y el después de la vida de una persona.
Un ciudadano colombiano condenado en 2009 por tráfico de drogas, que durante su estancia en prisión se dedicó a enseñar a leer y a escribir a presos analfabetos, fue este año el protagonista de la medida de gracia que el Consejo de Ministros otorga tradicionalmente y que se instauró a través de la Cofradía Santo Cristo del Perdón desde su nacimiento hace ahora 50 años. Diversas autoridades y el obispo Julián López como maestro de ceremonia acudieron a uno de los actos más significativos de la Semana Leonesa, contemplado cada año por miles de personas.
El abad de la Cofradía da lectura a la petición de indulto para el penado, que una vez liberado, se incorporó al desfile penitencial que concluyó en la parroquia de San Francisco de la Vega con un responso. En la procesión también participaron como braceros un grupo de internos de la prisión de Mansilla de las Mulas, donde cumplía pena el protagonista de la medida de gracia.
