“He llegado a la conclusión de que UPyD es un fraude a la ciudadanía”

Guillermo (segundo por la derecha), en la presentación de las listas como candidato.

ileon.com

Quien fuera número 2 al Ayuntamiento de León en las pasadas elecciones municipales por Unión Progreso y Democracia UPyD), Guillermo Martínez Robles, deja el partido por no estar de acuerdo con la forma de llevar la dirección del mismo en León y en la autonomía de Castilla y León. Su renuncia se suma a la de Juan Carlos Fernández, candidato a la Alcaldía de San Andrés en las últimas elecciones, que abandonó por “divergencias”.

Reproducimos tal cual el comunicado que ha enviado Martínez Robles justificando su decisión:

“Alguien dijo una vez que rectificar es de sabios, pues bien con estas líneas que escribo a continuación quiero, en primer lugar, rectificar y después lavar mi imagen asociada al partido político Unión, Progreso y Democracia, que aunque sigo estando de acuerdo con su manifiesto fundacional y con su filosofía de que es necesario un cambio de hacer política en este país, las personas que actualmente dirigen este partido no merecen mi apoyo y mi confianza.

He estado, prácticamente, desde el principio en este partido, trabajando por el mismo para su asentamiento, crecimiento y desarrollo en la ciudad de León como Responsable de Organización, también he trabajado para su organización en Castilla y León como Responsable de Organización de Castilla y León y además he sido miembro del Consejo Político Nacional y Miembro del Consejo Político Territorial como integrante de su Consejo de Dirección.

También fui candidato al Senado por León en las elecciones del 2008 y candidato como número 2 por UPyD al Ayuntamiento de León en las pasadas elecciones municipales del 2011.

Pues bien, quiero comunicar mi marcha de este partido porque después de estos cinco años dentro del mismo, he llegado a la conclusión de que UPyD es un fraude a la ciudadanía.

Nació con pretensiones de ser un partido diferente, renovador de ideas y con carácter regenerador, y a día de hoy se ha convertido en un instrumento, exclusivamente, para servir a los intereses personales de las personas que componen su Consejo de Dirección y no al servicio de los ciudadanos y la democracia.

En este partido se persigue y se castiga a los integrantes discrepantes, es decir, a todos aquellos que discrepan internamente con la dirección, sin poder manifestar sus ideas, sin poder debatir otros conceptos o cuestiones diferentes a las marcadas por la dirección. No se aplican con igualdad los estatutos del partido, depende de la persona a la que afecte, si es afín o no, depende de la zona donde se produzca el hecho, etc...

Aquí no hay democracia interna como se intenta vender, prácticamente todo esta amañado, convenido previamente. Se ha amputado toda línea de comunicación entre los afiliados de los diferentes territorios, no hay información, para que así no pueda haber comunicación entre los afiliados, actuándose de forma caudillista, con una organización interna de control y autoritaria, que no coincide con lo que se traslada a la ciudadanía.

Decir que a fecha de hoy el partido de Rosa Diez está roto a nivel nacional, está sufriendo una descomposición interna, con una fragmentación total en todos los territorios, produciéndose innumerables bajas de afiliados a medida que van conociendo su funcionamiento.

Se está convirtiendo en un partido regionalista de la autonomía de Madrid, donde la dirección se vuelca, dejando al resto de las autonomías a merced de su suerte.

Así pues creo que es el momento de abandonar este barco y decir que este partido se ha convertido en un fraude más.

Por tanto es mi deber, en un ejercicio de responsabilidad política, el denunciar ante los ciudadanos que el voto a UPyD es un voto inútil y un voto a otro fraude político“.

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