Adiós al alcalde de la triste figura

El alcalde Emilio Gutiérrez presidió este jueves la última sesión plenaria ordinaria de su mandato, tres días antes de que los electores decidan el nombre de su sucesor al frente del Ayuntamietno de León. Se va, resumió, tras haber podido disfrutar de “el honor más grande que cualquiera puede tener: ser alcalde de nuestra gran ciudad y haber dedicado estos cuatro años al servicio público”. Una dedicación, añadió, ejercida “sin descanso, de sol a sol”, tanto por él como por el equipo de gobierno que le ha acompañado.

Sin voluntad de hacer balance del mandato, sí recordó la “crítica” situación económica en la que se encontró el Ayuntamiento; una realidad, dijo, “muy complicada” y que ahora lo es menos. En el terreno personal, considera que la mayor satisfacción de esos cuatro años de mandato ha sido -y sigue siendo- “el contacto personal y directo que los ciudadanos han mantenido conmigo desde el primer día, que ha supuesto un enriquecimiento personal de incalculable valor”.

Gutiérrez solicitó hace semanas su reincorporación a su plaza de docente, cuya reserva tiene en el Instituto Astura de Mansilla de las Mulas, y reanudará su trayectoria profesional como educador en pocos días, señaló. Respecto a si se plantea volver algún día a la política apuntó que “no abro ni cierro puertas, uno tiene que ser consciente de su edad y de todo, pero no cierro puertas. No lo sé, en estos momentos lo que sí digo es que he solicitado mi reincorporación”.