Juan Vicente Herrera, el 'leonesista'

Eduardo Margareto / ICAL Debate de investidura del candidato a la Junta de Castilla y León con las intervenciones de Juan Vicente Herrera

Antonio Vega

Había cierta expectación este jueves, como suele suceder en estas cosas, por conocer el discurso y programa de Gobierno de Juan Vicente Herrera Campo (Burgos, 1956) para seguir siendo presidente de la Junta, el cargo que ocupa ininterrumpidamente desde el 2001 al ser designado por el dedo de Juan José Lucas y la anuencia de José María Aznar para suceder al propio Lucas. Aunque la expectación si era menor que el día de apertura de legislatura de las Cortes, básicamente porque entonces la presencia de familiares de los procuradores era grandes y porque seguía la incertidumbre sobre si Herrera sería o no candidato una vez más a la Presidencia de la Junta. Y claro a ver quién faltaba.

Por la parte leonesa acudieron este jueves, además de los procuradores por León de los distintos partidos como el alcalde de la capital Antonio Silván, el nuevo presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, al que acompañaba el diputado Paco Castañón; la alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, que hizo su entrada y salida del edificio acompañada del presidente provincial del PP, el diputado nacional por León Eduardo Fernández. Un discurso que el Delegado del Gobierno en Castilla y León, el leonés Juan Carlos Suárez Quiñones, tampoco quiso perderse en la tribuna de invitados.

Positivo y denso fueron adjetivos del presidente de la Diputación al discurso de investidura de Herrera. Producto agotado lo tachó el secretario general del PSOE leonés.

El largo discurso de Herrera se desarrolló durante una hora y tres cuartos en la que el presidente de la Junta en funciones reconoció el cambio político surgido en Castilla y León abriendo la mano al diálogo y soltando un montón de propuestas, aunque, como apuntaba el procurador leonesista Luis Mariano Santos, sonaba igual que el de hace cuatro años en cuanto a objetivos principales como mejora de la economía para favorecer la creación de empleo o consolidación institucional de Castilla y León. El presidente de la Diputación definió acertadamente el discurso como “denso” a la vez que “positivo” sobre todo por sus menciones al mundo rural y a reforzar el papel de los entes locales.

Quizás el abundante llamamiento a mejorar la 'calidad democrática' a la que aludía Herrera, en vez de la 'regeneración democrática' que suelen usar Podemos o Ciudadanos, es el símbolo más evidente de que algo sí que ha cambiado.

La novedad principal fue la propuesta en firme de un pacto de reforma del Estatuto de Castilla y León para incluir en él más medidas de 'calidad democrática'. Algunas curiosas como la limitación de mandato de los consejeros a 8 años en un área de trabajo o la incompatibilidad de ser procurador en las Cortes y alcalde, algo que afectaría directamente a Antonio Silván en el caso de León. Éstas propuestas arrojaron algunas sonrisas malévolas en los bancos de la oposición, recordando los socialistas que Herrera lleva la nada despreciable cifra de 14 años en el cargo.

Otra sugerencia deslizada por Herrera ha sido modificar el número de Procuradores en las Cortes. Como apuntaba un procurador socialista quizás lo primero sería modificaar lo de que sea un número par (para que sean impares), que tiene toda la pinta de ocasionar algún que otro problema en la actual legislatura. Habrá que ver si lo que se propone es una reducción al estilo Cospedal en Castilla-La Mancha (que haciéndola para beneficiarse le acabó perjudicando electoralmente) o una modificación de mayor calado.

Curioso fue que el primer aplauso, y uno de los pocos, del discurso de Herrera recayera cuando hablaba de la minería del carbón asegurando que su nuevo Gobierno será reivindicativo con el futuro de la minería y aceptando la propuesta sindical de una mesa con representación de todos los partidos y agentes sociales. PSOE y Podemos no dudaron en replicar a Herrera que menos palabras vacías y más acción efectiva en un sector clave electoralmente en las últimas elecciones y quién sabe si en las Generales del próximo otoño.

El largo discurso de Juan Vicente Herrera comenzó de manera que quizás pretencia demostrar sus ganas de seguir en el cargo y 'revolucionar' la Junta atendiendo al mandato de cambio de las urnas del pasado 24 de mayo. Pero el tono sonaba algo falto de convicción, como reseñó el secretario general del PSOE leonés y procurador Tino Rodríguez que apuntaba a que “predica lo contrario de lo que practica, como la limitación de mandato; es una investidura de un producto agotado”. En las réplicas y dúplicas a los portavoces en la sesión de tarde se vio más enérgico al presidente Herrera, que tiene garantizada su elección gracias a la abstención de Ciudadanos -a los que aseguró que no les había firmado “un cheque sin fondos” ante su advertencia de que no le daban un “cheque en blanco”.

Finalizando la tarde toco el turno del leonesista Luis Mariano Santos, justificado su 'no' a la investidura en que el discurso de Herrera no había convencido a su grupo político, reivindicando una vez más la presencia del leonesismo en las Cortes autonómicas, saludado amablemente por Herrera. En el intercambio de opiniones Herrera reivindicó el leonesismo de unos cuanto cargos autonómicos del PP con origen en la provincia, incluso reivindicando “yo también soy leonesista” al hablar de la defensa de los ciudadanos, algo que no convenció mucho al procurador de Cistierna que también incidió en la defensa del carbón en su discurso.

La chapuza del número par de Procuradores en las Cortes autonómicas tendrá este viernes su momento cúlmen. Si a las 10:30 h. tendrá lugar la primera votación para elegir presidente y Herrera no consigue los 43 necesarios, como es previsible, se tendrá que montar una Junta de Portavoces a continuación para habilitar un Pleno extraordinario acto seguido para que sea elegido con mayoría simple. En un mismo pleno no se puede votar dos veces según el Reglamento. Ironizaba un procurador que “el PP nunca pensó que iba a perder la mayoría absoluta” y que por eso mantuvo el insólito número par de procuradores y la actual normativa.

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