Sueros lleva a Astorga su campaña de apoyo a Julio
La Cepeda continúa movilizando todos los medios para que el niño de Sueros no abandone la casa de sus tíos, el hogar en el que ha vivido durante los últimos seis años. A la recogida de apoyos a través de la plataforma change.org se une ahora la campaña de firmas. Este sábado han instalado tres mesas en Astorga para recabar apoyos.
Desde las 10 horas, numerosos vecinos de la comarca han establecido turnos para a lo largo del día explicar a quienes se acercan a firmar explicarles que la campaña tiene como objetivo que el Tribunal Supremo revise cuanto antes la sentencia de la Audiencia de Cantabria que ha otorgado la custodia del menor a sus abuelos maternos, basándose en los informes de los psicólogos que estiman que el cambio pemitirá al menor crecer “sin odio”. La Cepeda se ha movilizado ante la negativa de Julio de abandonar el pueblo donde está perfectamente integrado y es feliz, por eso en la recogida de firmas sirve apara solicitar que el menor, muy maduro para su edad, sea escuchado.
Se han instalado mesas en la plaza del Palacio de Gaudí, en la de la parada de taxis y en la del Ayuntamiento. Además, los vecinos han repartido a lo largo de esta semana hojas de firmas en la práctica totalidad de comercios y bares de Astorga. Próximamente intentarán recoger apoyos durante la Feria de Santo Toribio, y tratarán de hacerlo también en los mercados semanales de varias localidades de nuestras comarcas como Carrizo de la Ribera.
La familia paterna de Julio, y el propio niño, están en una tensa espera sabiendo que la sentencia sea ejecutada. El dictamen judicial debía haberse cumplido el pasado domingo, pero el muchacho no pudo acudir al Punto de Encuentro Familiar para ser entregado a sus abuelos maternos ya que los médicos que le atendieron a lo largo de la jornada le diagnosticaron “ansiedad extrema”. La Guardia Civil desistió de llevarse al niño porque en estos casos lo que prima es proteger al menor y su bienestar.
El pueblo entero está volcado en su apoyo incondicional a un niño que ha vivido situaciones muy difíciles. Sufrió primero el abandono materno, al poco tiempo sufre la muerte de su padre, en la que su madre estuvo implicada. Por eso, ahora que está plenamente integrado haciendo la vida normal en La Cepeda no entienden “por qué se tiene que ir ahora. Todos pensamos que no se puede traer y llevar a un niño como si fuera un juguete. Él está bien aquí y no se quiere ir de ninguna manera”, aseguró Juan Pedro Cabezas, portavoz de los vecinos, el pasado domingo en la concentración pacífica protagonizada por todo el pueblo.
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